Fútbol
Leo Messi y Alexia Putellas: la sonrojante diferencia de sueldo de los Balones de Oro
La capitana del FC Barcelona ha hecho historia con el Balón de Oro español en un fútbol femenino que ni siquiera ha logrado acordar un convenio y mantiene a sus jugadoras a un paso de la huelga
Alexia Putellas se coronaba anoche en el Théâtre du Châtelet de París con el Balón de Oro, 60 años después de que Luis Suárez se hiciera con el galardón. El FC Barcelona redondea así un año histórico, en el que logró el triplete de Liga de Campeones, Liga y Copa de la Reina, con la consecución del Balón de Oro por parte de una de sus cinco jugadoras nominadas: las españolas Sandra Paños, Alexia Putellas, Jennifer Hermoso e Irene Paredes, y la neerlandesa Lieke Martens.
Todo un orgullo para el futbol femenino español que sigue siendo ninguneado por la instituciones deportivas y que ha visto como la tan ansiada profesionalización, vendida a bombo y platillo por el Gobierno y por la que tanto ha luchado la capitana blaugrana, se encuentra en punto muerto. “El Gobierno tiene un compromiso de profesionalizar la Liga de Fútbol Femenino para la temporada próxima. Me gustaría que tuviésemos una de las mejores Ligas de Fútbol Femenino de Europa y la forma de conseguirlo es haciéndola profesional. Nuestras mujeres futbolistas se lo merecen. La sociedad lo demanda. Y, el Gobierno tiene un compromiso firme”, dijo Irene Lozano el 25 de septiembre de 2020 y año y medio después nada parece haber cambiado. Con un convenio de mínimos, recurrido por la AFE, las futbolistas -enredadas en un caos burocrático- ya no ven más salida que la huelga.
Ministras como Irene Montero o la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, han celebrado el galardón como un premio a la igualdad, pero la realidad es que este Gobierno no ha pasado de las palabras a los hechos.
El argentino Leo Messi se hacía con el galardón masculino, el séptimo Balón de Oro en su carrera, pero las comparaciones entre los nuevos dos reyes del fútbol es vergonzosa. La hazaña lograda por la jugadora blaugrana ha vuelto a poner sobre la mesa la discriminación del deporte femenino en el que la brecha salarial sigue siendo un escándalo.
La brecha salarial es infinita
En su último contrato con el Barcelona, que muchos ven como una de las causas de la crisis económica que hay sobre el Camp Nou, se firmó un acuerdo de 555.237.619 euros brutos en cuatro años, amén de una cláusula de fidelidad de 69 millones de euros por no abandonar el club.
Desglosado, implica que Messi cobró 138.809.404,75 por temporada, lo que en cifras redondas son casi 139 millones que tuvieron que salir de las arcas culés.
En el PSG, con una rebaja considerable, el salario del argentino sigue siendo mareante. Le Equipe” desvelaba el pasado mes de septiembre lo que cobra el argentino en el PSG y las cifras hablan por si solas: en tres años recibirá 110 millones de euros netos, es decir, una vez pagados impuestos, por lo que la cifra es en realidad el doble. El reparto de su sueldo es de 30 millones este curso, 2,5 millones al mes y otros 30 y 30 las dos temporadas siguientes. Pero esos dos cursos se añaden 10 millones por una prima de lealtad. Una de las curiosidades del intrincado sueldo del argentino es que recibirá un millón de euros en la criptomoneda PSG Fan Token. El club francés firma esa cláusula en sus acuerdos después del acuerdo al que ha llegado con Crypto.com.
Si comparamos estas cifras con las de Alexia Putellas queda claro que aún queda mucho camino por recorrer y su hazaña de anoche en París debería hacer reflexionar a las autoridades deportivas sobre una profesionalización que sigue sumida en un bloqueo incomprensible y discriminatorio.
La capitana de Barça fue reconocida por la UEFA como ‘Mejor jugadora’ de la temporada pasada, su equipo logró un histórico triplete conquistando la Liga, la Copa y la Champions League, y colaboró en el ascenso de la selección española femenina al top ten mundial por primera vez en su historia. Unos logros muy superiores a los de la sección masculina que en ningún modo se ven recompensados.
Y es que el Barça Femenino cuenta con un presupuesto de seis millones de euros al año, en realidad el más alto de la Liga española, gracias al patrocinio de Stanley. Las azulgrana no están todavía a la altura de los grandes presupuestos europeos como el del Olympique de Lyon, que se calcula en unos diez millones anuales, o el finalista Chelsea, que alcanzaría los ocho. Aún así, en el fútbol español se sitúa a la cabeza.
150.000 euros de salario
De este presupuesto destinado a la sección femenina, unos 3,5 a 4 millones van destinados a los salarios de las jugadoras. Ello implica que la media de lo que cobra cada jugadora son 150.000 euros anuales, aunque está claro que no todas tienen el mismo contrato ni condiciones salariales. Hay que destacar que el Barça es el club que mejor paga en el fútbol español, teniendo en cuenta que el salario mínimo, recogido en el convenio colectivo actualmente recurrido, es de 16.000 euros anuales.
Por contra, el Barça anunció a través de su web un presupuesto de 828 millones para la temporada 2020-21, la mayor parte del cual va destinado al fútbol masculino. Se trata, así pues, de unas cifras ridículas en comparación con los millones de euros que cobran los cracks de la plantilla masculina. Sin duda, uno de los grandes temas pendientes del fútbol es acabar con esta brecha salarial.
Aún así, las jugadoras del Barça, con Alexia Putellas a la cabeza, no dudaron en ser solidarias con su club, algo que resultó más complicado y polémico en la sección masculina, y aceptaron una drástica rebaja salarial del 70% durante el estado de alarma.
El premio por ganar la Champions también pone de manifiesto la discriminación a las mujeres deportistas. La UEFA concedió 460.000 euros de premio al equipo ganador, en este caso el Barça, mientras que en el caso de la Champions masculina asciende a más de 80 millones de euros, si el campeón gana todos los partidos de la fase de grupos.
Alexia Putellas ha hecho historia en el futbol femenino español y se ha apuntado una matrícula de honor en su casillero pero Gobierno y clubes mantienen un rotundo suspenso.
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