La luz y la gasolina devoran el bolsillo de los españoles

No habrá paz para los bolsillos... al menos para los de los españoles. Después de meses de zozobra económica, el mundo ha despertado y el repunte de la actividad está haciendo subir los precios de las materias primas por las nubes. Y el incremento de los costes de dos de ellas, el petróleo y el gas natural, se está cebando con dos de los gastos que más castigan los bolsillos: el combustible y el precio de la electricidad. La consecuencia de que ambos estén disparados es que los precios han escalado en agosto un 3,3% en tasa interanual, el mayor incremento en nueve años, según los datos publicados adelantados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El precio de la luz ha entrado en una espiral alcista sin control que, como ha reconocido el propio Gobierno, se mantendrá en los próximos meses. El precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista se disparará hoy a un nuevo récord histórico y rebasará la barrera de los 130 euros por megavatio hora (MWh), alcanzando los 130,53 euros. El registro medio del «pool» eléctrico va a pulverizar así los 124 euros/MWh que marcó ayer mismo y que lideraba la serie histórica hasta ahora, según datos del operador del mercado ibérico OMIE. Detrás de los elevados precios que está marcando la electricidad en el mercado mayorista las últimas semanas -en lo que va de mes se ha batido ocho veces el récord-, quizá el factor más determinante sea el aumento del precio del gas natural, usado por los ciclos combinados y que marca el precio del «pool» en la mayoría de horas. Su ascenso ha sido meteórico en los últimos meses. El mercado TTF volvió ayer a marcar precios máximos históricos, cotizando en los 48,55 €/MWh, nuevo récord y casi el doble de lo que alcanzó a principios de junio pasado. En el caso del índice Mibgas, el mercado ibérico del gas, el precio se situó en los 50 €/MWh, próximo a las cotas que marcó durante la tormenta Filomena en enero. Tanto los problemas de suministro de Rusia como los bajos almacenamientos registrados para este momento del año están tensionando el mercado de gas en Europa y disparando los precios de esta materia prima.

Al precio del gas se suman también otros dos factores que están disparando la luz: el incremento de la demanda por la recuperación económica y el encarecimiento de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), que cotizan ya en el mercado europeo EUTS por encima de los 60 euros por tonelada, en lo que es un nuevo máximo histórico. No obstante, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, acusó ayer a las compañías que gestionan las centrales hidroeléctricas de ser responsables de buena parte del encarecimiento gracias a la posibilidad de las eléctricas concesionarias de las centrales de «interiorizar el coste de oportunidad» en una escalada de los precios de la electricidad. La ministra aseguró que la hidroeléctrica es la energía más cara y la que ha marcado el precio en el mercado mayorista en el 65% de las horas de junio, del 64% de las de julio y del 59% de las de agosto.

Aunque es cierto que el problema del precio de la electricidad está afectando a todos los países europeos, la realidad es que España es el país en que más cara se pagará hoy en el mercado mayorista, sólo por detrás de Reino Unido (132,69 euros) y Grecia (130,64). En Italia se pagará a 126,68 euros; en Alemania, a 110,05 euros; en Francia, a 108,17 euros, y en Portugal, al mismo precio que en España al compartir mercado, según los datos de sus respectivos operadores.

Con estos mimbres, tanto Facua como la OCU calculan que la factura de la luz para los 10 millones de hogares acogidos a la tarifa regulada, a los que realmente afecta esta subida, será la más cara de la historia. La OCU calcula que rondará los 78 euros, un 38% más que hace un año. Facua, sin embargo, la eleva un 44%, hasta los 91,96 euros.

Incremento, y muy drástico también, han sufrido los precios de los combustibles en el último año. Aunque la semana pasada sus precios volvieron a caer por segunda semana consecutiva, en lo que va de año,la gasolina se ha encarecido un 19,4% y el gasóleo, un 17,9%, alcanzando cotas que no se veían desde hace años. La gasolina rompió la barrera de los 1,4 euros por litro el pasado 12 de julio por primera vez desde 2014 y ahí se ha mantenido desde entonces. En el caso del gasóleo, hay que remontarse a finales de 2018 para ver los niveles actuales.

Como en el caso del gas natural, la recuperación económica y de la movilidad tras meses de importantes restricciones han provocado un importante incremento del precio del petróleo que se ha trasladado a los carburantes. En lo que va de ejercicio, el crudo Brent, de referencia en Europa, se ha encarecido más de un 41%, pasando de los 51,72 dólares el barril en que cotizaba al cierre de 2020 a estar por encima de los 73 dólares.

Para tratar de embridar estos precios y amoldar la oferta a la creciente demanda sobrevenida con la recuperación, los países productores de petróleo más Rusia (OPEP+)acordaron a mediados de julio reducir de manera paulatina los recortes de producción acometidos por los efectos de la pandemia, y por tanto aumentar la misma a partir de agosto. El cártel de 23 países productores recortó la producción durante 2020 en unos 10 millones de barriles diarios, bajando a una cifra de 90 millones. De momento, sin embargo, la decisión de la OPEP+ no está teniendo demasiado impacto en el precio del crudo que, en el caso del Brent, ha remontado de los 65 a los 73 dólares en los últimos días.