OCDE

La pensión de los mayores de 65 años equivale al 96% del ingreso medio en España

Son ocho puntos porcentuales más que en el conjunto de la OCDE. Esta ratio ha crecido en 11 puntos a favor de los pensionistas desde 2000. El organismo alerta: “Hay que tomar decisiones dolorosas”

O pagar más o trabajar más años. Esa es la cuestión para asegurar la supervivencia de los sistemas de pensiones. Una dicotomía que ha diseccionado la OCDE en un informe titulado “Pensiones de un vistazo” en el que remarca que para asegurar “un rumbo sólido para el futuro” de las pensiones será necesario tomar “dolorosas decisiones políticas”. El organismo que agrupa a las principales economías del planeta no encuentra la receta mágica que parece haber descubierto el Gobierno y pone sobre la mesa dos opciones: “o pedir que se pague más con las cotizaciones, trabajar más años o, de lo contrario, recibir pensiones más bajas”.

Sin embargo, advierte de que estas decisiones “también serán dolorosas porque las reformas de las pensiones están entre las más contenciosas, menos populares y potencialmente peligrosas”, llamando la atención sobre los riesgos de demorar por intereses políticos decisiones quirúrgicas que cuanto más se dilaten serán más impopulares por su grado de severidad y la intensidad en los bolsillos de los ciudadanos y empresas.

Aunque las recomendaciones de la institución no señalan a ningún país en concreto, la OCDE ha subrayado constantemente su preocupación por el sistema de pensiones de España debido a su fragilidad ante el notable envejecimiento de la población y la incorporación en las próximas tres décadas de cinco millones de pensionistas adicionales, hasta alcanzar los 15 millones, lo que podría desbordar el gasto y hacer insostenible el sistemaen ausencia de recortes o de ingresos adicionales.

En este sentido, en el anexo dedicado a España sí alerta del impacto que supondrá el envejecimiento de la población sobre la “sostenibilidad financiera” del sistema de pensiones español.

El documento explica que los ingresos de los mayores de 65 años equivalen en torno al 96% de los ingresos medios del total de la población, lo que supone ocho puntos porcentuales más que en el conjunto de la OCDE. Además, en España esta ratio ha crecido en 11 puntos respecto al año 2000, lo que significa que los ingresos de los mayores han crecido a una mayor ratio que los de los demás.

La OCDE considera que este incremento se deben en gran parte a que el gasto en pensiones por jubilado ha crecido a un ritmo mucho mayor que el salario medio. En este sentido, aunque los cambios demográficos han registrado un decalaje con respecto al resto de países de la OCDE, el envejecimiento “se acelerará ahora a un ritmo muy rápido, poniendo una fuerte presión en la sostenibilidad financiera”, ha alertado el organismo.

En su análisis comparado, el documento refleja que mientras que en 2027 un trabajador se puede retirar a los 65 años con una pensión completa si ha cotizado 38,5 años, en Francia hacen falta 43 años cotizados, mientras que en Alemania son necesarios 45 años.

Además, la OCDE ha puesto el acento en que en la mayoría de países se tiene en cuenta el total de la carrera laboral para calcular la pensión. En la UE, solo Francia, Eslovenia y España emplean un horizonte temporal de 25 años o menos.

Pensiones más generosas

El ‘think tank’ de los países desarrollados también ha puesto de manifiesto que la derogación del factor de sostenibilidad ha provocado que la tasa de sustitución de las pensiones haya crecido hasta el 89%, frente a la media del 62% de la OCDE.

“Esta elevada tasa de sustitución será elegible a los 65 años, mientras que el mismo nivel requería trabajar hasta los 69 años en Países Bajos, Italia tendría un 82% a los 71 años y Dinamarca, un 84% a los 74 años”, ha destacado la OCDE.

El organismo también ha ejemplificado que la derogación del índice de revalorización de las pensiones y el factor de sostenibilidad y su sustitución por la indexación al IPC y por el mecanismo de equidad intergeneracional, respectivamente, “ilustran que una política consistente en el tiempo requiere de amplios consensos políticos antes de su implementación”.

Como nota positiva, la institución destaca que los pensionistas no han sentido el impacto económico de la pandemia en sus ingresos, aunque ha alertado de que los sistemas de pensiones en sí se han encontrado con nuevas “presiones financieras” como resultado de las menores contribuciones. En cualquier caso, la OCDE también considera que este impacto puede ser de corto recorrido si la recuperación económica observada en la mayoría de países en los últimos meses se sostiene en el tiempo.

De igual forma, la principal receta que considera la OCDE es que los países incorporen soluciones a los desafíos “más urgentemente estructurales” para los sistemas de pensiones como parte de sus planes de recuperación nacionales. En este sentido, los estabilizadores automáticos deberían ser una “herramienta esencial”.