
Transporte ferroviario
ACS y Ferrovial, atrapados en el fuego cruzado entre Trump y el gobernador de California por la alta velocidad del estado
Newsom ha anunciado que demandará al presidente de EE UU por su decisión de retirar 4.000 millones de dólares en fondos federales para la construcción de la infraestructura

El proyecto de alta velocidad de California se ha convertido en la última disputa entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; y el gobernador demócrata del estado, Gavin Newsom, que se ha erigido en una de las caras más visibles de la oposición al gobierno del magnate republicano. Y en el fuego cruzado entre uno y otro han quedado atrapadas dos constructoras españolas que participan en el proyecto, ACS y Ferrovial.
A mitad de semana, el Departamento de Transportes anunció su decisión de retirar 4.000 millones de dólares (3.434 millones de euros) de fondos federales para la construcción de la alta velocidad entre Los Ángeles y San Francisco.
La Administración Trump ha argumentado para retirar el dinero que el proyecto ya ha recibido aproximadamente 6.900 millones de dólares (6.000 millones de euros) en fondos federales en quince años, pero que no ha tendido "ni una sola vía de alta velocidad" y "no ha cumplido con los plazos para contratar el pedido de los trenes que circularán por esta línea".

La decisión de Trump, avanzada ya a principios de junio, ha sido interpretada en California como un ataque directo contra Newsom y los demócratas que carece de fundamentos técnicos. "La decisión de Trump de cancelar las subvenciones federales para el tren de alta velocidad de California huele a política. Es otra maniobra política para castigar a California", declaró Newsom en un comunicado el viernes. Por ello, el estado ha anunciado que demandará a la Administración Trump.
"Estamos demandando para evitar que Trump descarrile el único tren de alta velocidad de Estados Unidos que se encuentra en construcción", dijo Newsom, y agregó que cancelar los fondos pondría "empleos reales y medios de vida en riesgo".
En contra de lo que asegura Trump, California defiende que los trabajos de la línea han avanzado y que justo ahora está empezando la fase del tendido de vías, después de haber trabajado sobre 275 kilómetros y construido 50 estructuras ferroviarias, incluidos puentes, pasos elevados y viaductos, con 15.000 empleos creados. La documentación oficial refleja, de hecho, que, de los 192 kilómetros de la primera fase de construcción del proyecto, ya se ha completado un 50% y un 30% está en construcción.
Presencia de Ferrovial, ACS y Typsa
Si el proyecto de California finalmente descarrila, entre las compañías que podrían verse damnificadas se encuentran dos de las grandes constructoras españolas, ACS y Ferrovial. Ambas han sido adjudicatarias de la construcción de algunos de sus tramos.
Un consorcio participado por Dragados y Flatiron, filiales de ACS, fue seleccionado en 2014 para desarrollar el Construction Package 2-3, una ruta de 65 millas ubicada dentro de los condados de Fresno, Tulare y Kings, según explica la página web del proyecto. Las obras, valoradas en 1.200 millones de dólares -1.031 millones de euros al cambio actual- están avanzadas en parte del trazado.
Por su parte, Ferrovial comunicó en 2016 que había sido seleccionada para el diseño y construcción de un tramo de la línea de alta velocidad en el área de Central Valley, por un importe de 347 millones de dólares -unos 300 millones de euros-. Ese tramo se extiende a lo largo de 22 millas, unos 35 km, entre las ciudades de Wasco y Shafter, en los condados de Tulare y Kern.
Junto a ACS y Ferrovial, en junio del año pasado, la también española Typsa anunció que, en consorcio con Systra, ha sido seleccionada para la realización del proyecto de superestructura y electrificación del tramo de la línea que conectará Merced y Bakersfield a lo largo de 171 millas (275 kilómetros).
✕
Accede a tu cuenta para comentar