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Alba, influencer economista, da una cruda declaración sobre los impuestos: “Da igual cuanto cobres, todos pagamos”
La cotización extra que todos los trabajadores pagan en su nómina para sostener las pensiones seguirá aumentando, un esfuerzo solidario que, sin embargo, no se traducirá en una mayor prestación para su propia jubilación

Millones de trabajadores en España han visto cómo en sus nóminas ha aparecido un nuevo concepto que reduce ligeramente su salario neto mensual. Se trata del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una cotización adicional que afecta a todas las bases de cotización sin excepción y cuyo objetivo último es garantizar la viabilidad del sistema público de pensiones para las generaciones venideras, un desafío de gran envergadura para el país.
De hecho, este mecanismo, puesto en marcha por el Gobierno en 2023 como una de las piezas centrales de la última reforma de las pensiones, nace con la misión específica de volver a nutrir el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. El buen funcionamiento de esta herramienta es crucial para asegurar la tranquilidad de los futuros jubilados, que miran con preocupación el estado de las cuentas públicas.
En este sentido, la medida responde a una necesidad acuciante. La conocida como "hucha de las pensiones" sufrió un vaciado drástico en la última década, pasando de contar con más de 66.000 millones de euros en 2011 a tener menos de 2.000 millones en 2021, una caída que encendió todas las alarmas sobre la sostenibilidad del sistema. La recuperación de este colchón financiero es una prioridad absoluta para el Ejecutivo.
Cómo funciona y a quién afecta el recargo
En la práctica, el MEI funciona como un recargo en las cotizaciones sociales que pagan tanto las empresas como los propios empleados. La aportación comenzó con un 0,6% sobre la base de cotización en 2023, del cual un 0,5% corresponde a la empresa y el 0,1% restante al trabajador. Este esquema está diseñado para aumentar de forma progresiva durante los próximos años.
Además, el plan establece un calendario claro de incrementos. El porcentaje total alcanzará el 1,2% en el año 2029, momento en el que se consolidará como una aportación estable al sistema. A partir de esa fecha, el reparto se fijará en un 1% a cargo del empleador y un 0,2% a cargo del empleado, manteniendo la proporción del esfuerzo compartido entre ambas partes para sostener el sistema.
Por otro lado, es fundamental aclarar que estas aportaciones no repercuten en la pensión futura del cotizante de manera directa. No se trata de una cuenta de ahorro individual, sino de un esfuerzo colectivo para reforzar la caja común de la Seguridad Social. Es un principio de solidaridad intergeneracional, una realidad que Alba resume de forma contundente en su cuenta de Instagram: "Da igual cuanto cobres, todos pagamos". La medida busca asegurar que, cuando las generaciones más jóvenes lleguen a la edad de jubilación, el sistema disponga de los recursos necesarios para hacer frente a sus prestaciones.
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