Entrevista

Graciano Palomo: «Egea convenció a Casado de que Ayuso era un peligro para su liderazgo»

En «Siete días de furia y puñales» relata la crisis que sufrió el PP en tiempo récord y cómo se fraguó el cambio de líder

El periodista, Graciano Palomo.
El periodista, Graciano Palomo.Jesús G. FeriaLa Razon

En «Siete días de furia y puñales», (Inside) Graciano Palomo relata los acontecimientos que cambiaron el panorama político español dando un giro inesperado, y en tiempo récord, tras la crisis del PP. En dicho libro narra cómo se fraguó el «pacto del Betis», un tándem que funciona.

¿Pablo Casado sabía que era un líder de paso?

No. Pablo creía que después de la debacle como consecuencia de la moción de censura contra Rajoy y la situación catastrófica interna tras la pérdida del poder, llegaba una nueva generación sin problemas de corrupción. Esa nueva generación la lideraba él y sus hombres y mujeres de confianza, entre ellas, Isabel Díaz Ayuso, además de García Egea.

La lucha entre Cospedal y Soraya y, sobre todo, la negativa de Alberto Núñez Feijóo (en esos momentos del 2018) a dar el paso de dejar Galicia para ponerse al frente del Partido Popular nacional, posibilitó su triunfo en las elecciones primarias. El impacto entre los cuadros y las bases electoras del PP fue tan enorme, que apostaron por Casado como un dirigente joven y sin trapos sucios. Creyeron en él y en su proyecto político. Poco a poco se fueron desencantando…

¿Por qué, en vez de sumar a Ayuso, la asume como una «enemiga»?

Esa es la gran cuestión. Casado siempre consideró que Ayuso le debía todo en política por el hecho de que fue él y nadie más quien apostó en su momento por una dirigente desconocida y cuya capacidad de liderazgo era por completo desconocida. Sin embargo, tras las elecciones regionales y el enorme protagonismo nacional cosechado por su antigua subordinada la cosa cambia. Ahí juega un rol decisivo el secretario general García Egea que convenció a su jefe de que Ayuso representaba un peligro para su liderazgo. Cierto es que el malestar interno entre los barones y dirigentes regionales del partido venía de lejos…Egea los maltrataba, según han dicho después, y los consideraba irrelevantes para acceder al poder nacional.

“Celos”, creo, es una palabra bastante precisa para definir esa situación. El estallido final se produce cuando se conoce que estaban investigando a la lideresa madrileña sin demasiado fundamento. Algo de lo que alardeaba en los cenáculos el secretario general. Fue un error que precipitó la debacle final.

¿García-Egea tenía interés de ser presidente?

No lo creo. Su ambición máxima es ser la sombra de Pablo Casado y la única persona que susurrara al presidente nacional. Se fue cargando poco a poco a todos lo que formaban el “círculo interior” casadista y que tenían posibilidad de hablar directamente con el líder. Su incapacidad para saber que el PP es un partido de provincias desde que Manuel Fraga fundó AP/PP facilitó las disfunciones colosales entre el aparato de Génova 13 y los territorios. Ya entonces Núñez Feijóo se dejaba visitar y recibía las quejas constantes de Andalucía, Castilla y León, Madrid, etc.

¿Hubo un momento que su propio equipo aisló a Casado? ¿A qué temían?

Temían que los diputados y altos cargos institucionales que Casado había nominado se dieran la vuelta, como realmente ocurrió, cuando descubrieron que la cosa no tenía marcha atrás. Casi todos odiaban a Egea, le habían pedido en privado que lo cesara, pero Casado se mantuvo firme en ese aspecto. Es otro gran corolario de su fracaso. Realmente, como describo en mi libro, sólo los diputados Pablo Montesinos, Antonio González Terol y Ana Beltrán se mantuvieron fieles hasta el final. Y dentro del aparato, María Pelayo, la dircom del partido.

¿Casado se rodeó de los mejores? ¿Cuál fue su fallo?

Su principal fallo, a mi entender y lo he estudiado muy a fondo, es que llegó demasiado joven a un puesto tan complicado. Sus asesores le convencieron de que con el poder interno en las manos nadie podía moverle la silla.

¿Esteban González Pons es de consenso o el «resucitado» del PP?

Esteban González Pons es un crack. Se equivocó Mariano Rajoy al no hacerle ministro. Y también Pablo Casado mandándole al exilio dorado de Bruselas. Esteban es un tipo extraordinariamente inteligente, con gran formación intelectual y literaria, gran comunicador y extraordinaria persona que se lleva bien con todo el mundo. Fue uno de los graves fallos cometido en la selección de dirigentes por parte de Casado. Sin embargo, Feijóo le valora en lo que vale, son de la misma generación y comparten la misma visión respecto al centro-derecha y los valores del espectro.

¿Circulaban más «dosieres»?

Es muy posible a tenor del perfil psicológico del ex secretario general, pero yo no los conozco, sinceramente. Me han llegado informaciones al respecto a las que no concedo credibilidad alguna. Desde luego, de Feijóo no creo, aunque resultaba evidente que era el “deseado” por la militancia y los electores de centro, centro derecha e incluso de alguna izquierda moderada.

¿Por qué Feijóo dijo «no» en aquellas primarias?

Dijo “No” porque es un tipo muy listo y por razones varias. La primera que Rajoy se negó en rotundo a declarar públicamente su apoyo, porque había prometido ser neutral en la contienda de primarias. Creo, sinceramente, que se dio cuenta (con acierto) que, tras la moción de censura, el Partido Popular lo iba a pasar mal, muy mal, como así fue. La gente de centro-derecha en general no tolera la corrupción en sus filas; que una minoría trinque en su beneficio utilizando las vías políticas. Ahí están los resultados en las elecciones posteriores a la moción del 2018 para demostrarlo.

¿Dosieres? Ya ha salido lo del yate del narco Dorado unas fotos de hace casi tres décadas. Y respecto a los “dosieres” de Soraya me parece un bulo tan “fake” como que la madre Teresa fue miss en Albania.

¿El error fue la política de amigos?

En cierto modo, sí. Casado, dirigente muy joven y sin experiencia de gobierno, debería haber dado protagonismo a los mejores. Sin embargo, estos decidieron irse cuando vieron el panorama.

¿Quién es el verdadero Judas Iscariote de la trama?

Visto lo comprobado, Teodoro García Egea.

¿Cómo impactó el «efecto Feijóo» en Sánchez?

Brutalmente, incluso, hoy en día. Nada más hay que ver la campañita que le montan todos los días la izquierda gubernamental. Como dice un veterano ex ministro, “Feijóo les tiene aterrorizados…” No van a cejar en su empeño de destruirle políticamente. Creo que el jefe del PP ya sabe cómo se las gasta Sánchez…El gallego tampoco es manco.

A día de hoy, ¿Casado sabe por qué le quitaron de la ecuación?

Él dice, me lo ha dicho a mí personalmente, que por una conjura entre los barones del PP/empresarios y los medios, especialmente, ABC y El Mundo.

¿Había realmente una trama de espías, conjuras, y poder?

Más leyenda que realidad, si bien, se encargó a una empresa (que no aceptó) investigar a la familia Díaz Ayuso.

Ángel Carromero, Alberto Casero... ¿Qué papel juegan?

Carromero es un cadáver político y Casero, otro. Son casos diferentes. Carromero pertenecía a las NNGG del PP y desde ahí ha conspirado siempre. Casero, un mandado del ex secretario general. Es decir, nada.

Feijóo le ofreció a Casado seguir en política, pero dijo que no. ¿Volverá? ¿Sabe a qué se dedica ahora?

Sí, le ofreció la secretaría general del Partido Popular Europeo (PPE) y la rechazó. Ahora milita en el silencio; le permitieron despedirse con honores en el XX Congreso de Sevilla, pero está silente. No se le conoce, por el momento, que haya aceptado ninguna oferta de trabajo. Fue durísimo el trauma para él. Mucho dolor.

¿El partido consiguió enterrar el hacha de guerra o queda algún reducto?

Siempre digo que en esa semana se produjeron dos milagros. El primero que el PP no saltara por los aires y desapareciera. Feijóo cerró la herida en diez días. El otro es que, en otros diez días, Feijóo ya aventajaba a Sánchez en ocho puntos en las encuestas y ahora mismo es el virtual ganador de las elecciones generales... Si se celebraran ahora, naturalmente. Su liderazgo interno es incontestable. Otra cosa será si no consigue desalojar a Pedro Sánchez. Sólo dispone de una bala en la recámara.