El sumario

El asesino del sacristán fue condenado dos veces a prisión por asociación de malhechores y contrabando

La Policía constata que desde su primera localización en 2018 en la "operación Paso del Estrecho", el rastro del supuesto yihadista se perdió durante cuatro años

Una mujer coloca una vela en el lugar en el que falleció el sacristán de la iglesia de La Palma, en Algeciras
Una mujer coloca una vela en el lugar en el que fue asesinado el sacristán de la iglesia de La Palma de AlgecirasDAVID ARJONAAgencia EFE

Yassin Kanjaa, el asesino confeso del sacristán de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma de Algeciras el pasado 25 de enero, había sido condenado en dos ocasiones a penas de prisión en Marruecos en agosto de 2019 y julio de 2021. Así consta en el atestado policial del pasado 29 de enero incorporado al sumario de la investigación judicial. Ese informe revela que el primer rastro del supuesto yihadista se remonta al verano de 2018, cuando "es controlado" en la "operación Paso del Estrecho" en los habituales controles "de todos los pasos fronterizos de la época estival".

Desde ese momento, "no hay más rastro" de Yassine Kanjaa durante cuatro años, hasta que el 16 de junio de 2022 "era detectado" en Algeciras "totalmente indocumentado" sin que estuviera en trámite de regularizar su situación irregular. Dado que carecía de domicilio alguno y de arraigo familiar en nuestro país, se le incoó un expediente de expulsión que estaba en trámite de ejecución.

Según las estimaciones de la Policía, llevaba "al menos un año y dos meses en España", adonde había llegado tras cumplir una pena de prisión en la cárcel de Tanger (Marruecos). Pero hasta ese momento la Policía no le relacionaba con "el ámbito islamista yihadista".

Desde ese primer registro en 2018 y su posterior localización en Algeciras indocumentado en junio de 2022, Yassin Kanjaa acumuló dos condenas -pese a que, tal y como informó este periódico, Interior aseguró apenas 24 horas después del ataque que no tenía antecedentes penales ni en España ni en otros países aliados-. La primera, en agosto de 2019, cuando fue condenado a seis meses de cárcel y al pago de una multa de 50.000 dirhams (4.500 euros) por asociación de malhechores e inmigración clandestina tras ser expulsado a Marruecos desde Gibraltar el 8 de agosto de ese año por tentativa de inmigración clandestina al intentar llegar al Peñón "a bordo de una moto de agua". El presunto yihadista fue entregado a Marruecos en el aeropuerto Ibn Battuta de Tánger.

Llevaba en España al menos 14 meses

Casi dos años después, el 22 de julio de 2021, fue de nuevo condenado, esta vez a un mes de prisión y al pago de 1.200 dirhams (108 euros) de multa por "consumo de drogas, contrabando y por no llevar documentación de conducir", pena que cumplió en la prisión de Tánger.

Tras cumplir su condena, la Policía cree que Yassin Kanjaa llegó a nuestro país (así lo confirma la declaración de uno de sus compañeros de piso en un piso de la calle Ruiz Tagle de Algeciras) en octubre o noviembre de 2021, por lo que en el momento del ataque llevaba en España "al menos un año y dos meses".

El propio investigado -que ahora se encuentra en un centro psiquiátrico penitenciario de Sevilla a la espera de que se complete su reconocimiento psiquiátrico para determinar si es o no responsable penalmente- explicó a la Policía, tal y como ha adelantado este periódico, que había llegó a nuestro país en patera un año antes aproximadamente, por lo que "no hay registro alguno de su entrada en territorio español".

"No hay rastro" de altercados previos

Durante su estancia en España, constata la Policía en ese atestado, "no hay rastro alguno de ningún altercado en el que se haya visto involucrado" ni de ningún ingreso médico. Llevaba, se apunta en el informe, "una vida tranquila y discreta". Y a eso achacan precisamente los agente el hecho de que, "a pesar de su estancia ilegal en nuestro país, no había sido detectado en ningún control rutinario policial" hasta ese 16 de junio del pasado año.

De hecho, dos de sus compañeros de piso aseguraron a la Policía que Yassine Kanjaa mantenía "un comportamiento normal en la convivencia" hasta un mes o mes y medio antes del ataque de Algeciras, "juntándose con amigos en su domicilio para escuchar música, beber alcoholy fumar hachís".