Tamara Falcó y sus hermanos contra Esther Doña

Se acabó el luto. Esther Doña “escandaliza” a los hijos de su difunto marido por las cariñosas fotografías en las que aparece, muy cariñosa, con un amigo especial, el atractivo, separado, padre de una hija y afectivo Tucho. Un vecino que parece algo más que eso de la que fuera esposa del fallecidoMarqués de Griñón.

No es la primera vez que Esther y Tucho se muestran en actitud afectiva. A las imágenes publicadas este miércoles por la revista “Semana”, se une alguna otra colgada en las redes sociales, y en la que la pareja aparece disfrutando de una enigmática cita. Ella le pasa el brazo por el hombro al vecino, mientras él pone una cara de felicidad absoluta.

Nadie entiende que Doña se apresure a desmentir públicamente un noviazgo que nadie ha cuestionado, quizá sea por un absurdo sentimiento de “culpa”, de temer al qué dirán en el tradicional y religioso círculo que rodea al clan Falcó.

A los hijos del aristócrata nunca les gustó esta mujer para su padre, apenas mantenían contacto con ella, y ahora menos que nunca, por mucho que la dama en cuestión repita constantemente que existe una gran sintonía entre las dos partes.

Nadie cree a la viuda, bautizada ya por algunos, con muy mala leche, como “la viuda alegre”, cuando afirma que su marido la animaba a enamorarse de nuevo cuando él muriera. Es hoy una excusa banal para intentar justificar algo de lo que no se le acusa. Es libre para salir con quien quiera, incluso para ser demasiado cariñosa con sus amigos y vecinos, es ley de vida. Pero algunos no entienden que la mujer que perdió a su marido el pasado mes de marzo por culpa del coronavirus pueda empezar a buscar tan pronto un “recambio sentimental”. Tamara, la más mística y beata de los Falcó, es uno de ellos.