Alberto y Charlène de Mónaco: 11 años de matrimonio a prueba de maldiciones

Tal día como hoy, hace ya once años, Charlène y Alberto de Mónaco se dieron el “sí, quiero” durante una ceremonia civil que posteriormente se oficializó también con un acto religioso. Su boda acaparó la atención mediática no solo del pequeño estado europeo, sino de buena parte del mundo, interesado en el lujo y glamur al que siempre ha estado ligado. Más de una década después, la exnadadora y su regio esposo se muestran tan unidos como entonces, aunque los rumores que pesan sobre su relación apuntan a la dirección opuesta...

Los problemas de salud de Charlène la obligaron hace un año a permanecen en su Sudáfrica natal más tiempo del esperado, y fue entonces cuando comenzaron las habladurías de que su matrimonio podría estar atravesando un momento complicado. Lo cierto es que, aunque oficialmente la princesa ya ha llegado a Mónaco, numerosos medios sugieren que son numerosas sus idas y venidas, alejándose por temporadas de su familia. Se comentó incluso que el soberano y su esposa habían llegado a un acuerdo millonario por el que se permitía a la consorte hacer vida fuera del país, pero con la obligación de regresar cuando su papel institucional así lo requiera.

En cualquier caso, el matrimonio se empeña en enviar una imagen de unidad y en desmentir tajantemente los rumores de separación. De hecho, recientemente, trascendió una imagen de ellos besándose en público, un gesto de cariño, pero inusual entre los miembros de la realeza. De hecho, hay quien lo vio como un acto forzado....

Si hay o no amor en su relación es una cuestión que solo ellos conocen, pero está claro que el matrimonio ha sobrevivido a estos últimos tiempos en los que los medios han anunciado una y otra vez su presunta crisis. Parecen haberse librado de una maldición que, según cuenta la leyenda, cayó hace cientos de años sobre la familia Grimaldi. El maleficio castigó a los miembros del clan con una perenne amargura en sus matrimonios, y las rupturas que a lo largo de la historia se han producido invitan a pensar que no es solo un “cuento de viejas”. ¿Serán Alberto y Charlène la excepción que confirma la regla?