Las herederas europeas salen de viaje

La princesa Elisabeth de Bélgica, heredera al trono, ha hecho su bautismo de fuego esta semana con su primer viaje internacional de calado acompañada de su madre, la reina Matilde. Anteriormente, la joven se había sumado a un desplazamiento también con su progenitora a Kenia que no contó con una agenda oficial propiamente dicha y que estuvo centrado en actividades de cooperación.

Este periplo a Egipto no podría tener un carácter más simbólico para la joven princesa que está actualmente cursando sus estudios universitarios de Historia en Oxford, ya que ha supuesto un homenaje a su antepasada la reina Elisabeth, conocida por su amor a este país. En esta estancia, las dos mujeres han recorrido muchos de los lugares frecuentados por la reina, que estuvo presente cuando el arqueólogo inglés Howard Carter abrió la tumba del faraón Tutankamon en el año 1923. A su vez, este viaje también quiere resaltar el papel investigador de los centros académicos belgas en este ámbito.

La princesa Elisabeth y la reina Matildese han alojado en la terraza del Sofitel Winter Palace de Luxor, un lujoso hotel a la orilla del Nilo en el que la reina Elisabeth también solía pernoctar con frecuencia cuando visitaba Egipto. La propia Casa Real belga ha distribuido a través de redes sociales la instantánea de las dos mujeres en la misma terraza en la que Elisabeth también posó con frecuencia para los fotógrafos de la época.

Seguro que la joven heredera al trono de 21 años no olvidará este viaje en el que ha podido visitar las excavaciones de El Kab, uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos de Egipto, así como el de Sheikh Abd el-Qurna, la tumba de Tutankamon y la Ciudad Dorada.

La heredera al trono belga suele verse como un posible ejemplo de los pasos que seguirá la princesa Leonor en un futuro puede que próximo. Elisabeth de Bélgica también estudió secundaria en el mismo prestigioso centro de Gales en el que ahora está interna la Princesa de Asturias y también completó estudios militares antes de comenzar la universidad. De hecho, fue la primera heredera fotografiada con ropa de combate. Esta misma semana se ha conocido que Leonor también seguirá los pasos de su progenitor y cursará tres años de enseñanzas castrenses.

Elisabeth no es la única joven princesa que está ampliando horizontes al participar en viajes de representación fuera de su país. Este mismo año, la princesa Amalia de Holanda, también heredera al trono, acompañó a sus padres en un viaje oficial a las Antillas holandesas, en el Caribe. En este caso, también se trató de un desplazamiento con marcado carácter simbólico a estas antiguas colonias holandesas. Esta ruta por el Caribe duró dos semanas y, justo antes de regresar a su país, la heredera y sus padres dieron una rueda de prensa tras haber participado en setenta actos. Todas estas experiencias han servido para la confección de un documental que se emitió en la televisión pública holandesa el pasado 10 de febrero y se tituló «Amalia y el Caribe holandés». El viaje tenía como objetivo conocer los vínculos que unen a Holanda con estas islas y que la joven heredera sea consciente de los retos del futuro.

Amalia y la mafia

Estas actividades quedaron algo eclipsadas cuando, en rueda de prensa, la princesa se refirió por primera vez a las amenazas a las que está siendo sometida por parte de la mafia holandesa. Amalia de Holanda tenía previsto compartir apartamento con unas amigas mientras asiste a la Universidad de Ámsterdam, pero los problemas de seguridad le han llevado a tener que seguir conviviendo con sus padres en palacio y haber renunciado a la vida universitaria. Ante un posible secuestro, Amalia vive recluida sin las actividades sociales propias de su edad. Todos los días, se desplaza a la universidad con estrictas medidas de seguridad. Unas difíciles circunstancias que evidencian las dificultades de ser heredera al trono. El viaje al Caribe, aunque fuera en compañía de sus padres y seguido por muchos periodistas, supuso este mes de febrero un pequeño paréntesis de desconexión que la joven princesa reconoció haber disfrutado mucho.

La princesa Leonor todavía no ha participado en viajes al extranjero, aunque cada vez es más habitual su presencia en actos en España ligados a su condición. Los desplazamientos de Elisabeth y Amalia pueden dar algunas pistas del destino elegido que, casi con total seguridad, tendrá también un contenido simbólico. Leonor podría acompañar a su madre a un viaje de cooperación -el último de la reina fue a Mauritania- o decantarse por un gira a países con fuertes vínculos con España, quizás Hispanoamérica, o que también suponga un homenaje a algún antepasado de la Casa Real española. El primer viaje oficial de Felipe de Borbón fue en 1983, como Príncipe de Asturias, en la conmemoración del 450 aniversario de la fundación de Cartagena de Indias, en Colombia.