De yerno real a empresario de éxito: la vida actual de Jaime de Marichalar

Hace tres décadas, Jaime de Marichalar entró en la historia como el marido de la Infanta Elena, el primer yerno de los Reyes Juan Carlos y Sofía. Sevilla se vestía de gala para la boda real que marcó el inicio de lo que muchos pensaron que sería un amor de cuento. Sin embargo, la historia tuvo un giro inesperado y, tras años de distanciamiento, la pareja protagonizó en 2007 un "cese temporal de convivencia" que, lejos de ser pasajero, se convirtió en definitivo.

Un nuevo capítulo sin los Borbones

Desde su separación, Jaime de Marichalar se ha reinventado sin perder un ápice de su estilo. Atrás quedaron los eventos oficiales y la presión de ser un miembro visible de la Familia Real. Su vida, ahora, transcurre entre Madrid y París, dos de las capitales de la moda que mejor entienden su esencia de dandy moderno.

Su residencia, un espectacular tríplex en el Barrio de Salamanca, simboliza esa transición: lujo discreto, buen gusto y una independencia conquistada a golpe de esfuerzo. Con un precio de tres millones de euros, el inmueble se convirtió en su refugio tras la separación, y aunque aún no ha terminado de pagarlo, es una prueba de que su nueva vida se basa en decisiones estratégicas.

El mundo de la moda: su gran aliado

Lejos de retirarse de la vida pública, Marichalar encontró en la industria del lujo su mejor baza. Desde 2004, está vinculado a Loewe y ha trabajado como consejero para el poderoso grupo LVMH, lo que le permite mantener su presencia en los exclusivos circuitos de la moda internacional. En cada Semana de la Moda de París, su impecable estilo sartorial y su innata elegancia siguen siendo un referente.

Su hija, Victoria Federica, parece haber heredado su pasión por la moda. Ambos mantienen una relación estrecha y ella lo acompaña en muchos de estos eventos, aunque su exposición mediática difiere del perfil discreto que siempre ha mantenido su padre.

Un negocio hecho a su medida

En 2016, Marichalar decidió dar un paso más y lanzar su propio negocio: B Corner, una sastrería a medida destinada a aquellos que comparten su obsesión por la perfección en el vestir. Con la sofisticación por bandera, su proyecto se ha convertido en un refugio para los amantes de la moda clásica con un giro contemporáneo.

A sus 60 años, Jaime de Marichalar ha sabido forjar una identidad propia, lejos de la realeza pero sin perder el porte aristocrático que siempre lo caracterizó. Con un negocio en marcha, una casa que refleja su personalidad y un círculo selecto de amistades, el exmarido de la Infanta Elena ha demostrado que la elegancia, más que una prenda, es una actitud que se lleva con naturalidad.