Así está siendo el último adiós de María Jiménez en carruaje por Sevilla

Impresionante último adiós a María Jiménez. La cantante perdió la vida este 7 de septiembre a consecuencia del cáncer de pulmón que sufría, y a lo largo de todo el día se instaló una capilla ardiente en el Ayuntamiento de Sevillapor la que pasaron decenas de rostros conocidos para despedirse de ella, desde Eugenia Martínez de Irujo hasta su exmarido, el torero Francisco Rivera.

Sin embargo, la despedida más emotiva se ha producido a lo largo de esta mañana del 8 de septiembre. Tal y como a ella le hubiera gustado, sus restos mortales han sido trasladados en carruaje desde la capilla ardiente hasta la iglesia de Santa Ana, donde tendrá lugar la misa funeral en su honor.

El carruaje, tirado por cuatro caballos blancos, ha atravesado las calles de Triana, abarrotadas de sevillanos, algunos esperando desde la madrugada, que han dedicado un espontáneo último aplauso a su artista más icónica. “Sevilla sabe despedir con arte y alegría a personas importantes para esta ciudad. María se merece este homenaje. Ella está a la altura, nos ha dejado un himno con su ‘Se acabó’. Ha sufrido mucho”, comenta uno de los vecinos para “El programa del verano”.

A su paso por el puente de Isabel II, conocido como el puente de Triana, ha destacado la presencia de una multitud que impedía incluso observar las aguas del canal desde el centro de la calle.

Las campanas de la iglesia de Santa Ana han comenzado a sonar cuando el carruaje, decorado con coronas de flores de la familia, Jorge y César Cadaval e incluso del ministerio de Cultura, ha llegado al templo.

Su hijo, Alejandro Sancho, ha estado pendiente en todo momento y ha dirigido a los hombres que cargaban el féretro, uno de ellos Francisco Rivera, desde el carruaje hasta la iglesia, acompañados por la banda sonora de un gigantesco aplauso de los sevillanos que se encontraban en la puerta.

Uno de los momentos más emotivos se ha producido dentro del templo, cuando un guitarrista ha comenzado a tocar ante el féretro de la artista, tapado con la bandera de Sevilla y ubicado junto a una fotografía de ella, la que la propia Jiménez eligió en vida.