Bertín Osborne habla por primera vez del robo de la silla del bebé de Gabriela Guillén

Parece una historia de ciencia ficción en la que la trama se complica cada episodio y mantiene al espectador pegado frente al televisor. La paternidad de Bertín Osborne con Gabriela Guillén llegó a modo de bomba en la crónica social. Parecía que iban a establecerse como pareja y formar una familia, pero el presentador se ha desentendido de su responsabilidad como padre, tal y como confesó días antes de que el pequeño llegase al mundo. Ella le ha reprochado las formas, además de que vaya a reclamarle unas pruebas de paternidad. También hay temas económicos que avivan la polémica, pero el robo de la sillita del bebé en el coche de la paraguaya ha supuesto la guinda del pastel para una controversia de la que todos hablan.

Las especulaciones sobre la coincidencia de que se le haya robado la silla del retoño en el coche de Gabriela Guillén ha despertado suspicacias. Hay quien ha planteado sus sospechas, ahora que está sobre la mesa una prueba de ADN para verificar el supuesto parentesco entre Bertín Osborne y el pequeño. Que se robe la silla es sospechoso. Por eso, para hacer frente a la polémica y cortar por lo sano estas feas acusaciones, el cantante ha publicado un vídeo en sus redes sociales pronunciándose por primera vez sobre este hurto. Y lo hace con contundencia y también mucha ironía, con la esperanza de que dejen de señalarle como posible culpable.

“Me acabo de enterar ahora a las siete de la tarde del miércoles de lo que le ha pasado a Gabriela en el coche, le han roto el cristal y le han robado la silla del niño que estaba ahí o algo así me han contado”, comenzaba a explicarse el presentador en el vídeo, grabado en un garaje. Después pasaba a dejar patente su molestia por el hecho de que las elucubraciones le estén culpando a él de estar detrás del oportuno robo: “Me han dicho que hay un alienígena o dos que han dicho que si yo tengo algo que ver con eso por el tema del ADN”.

Echando mano a su característico sentido del humor, aunque quizá el tema sea demasiado serio como para andar entre bromas, Bertín Osborne ha continuado. Lo hace recomendando a aquellos que le creen capaz de este delito del robo de una sillita del bebé en el coche de Gabriela Guillén que dejen de “fumar esas cosas malas que estáis fumando, cambiad de camello. ¿Cómo se puede decir semejante gilipollez? De verdad, estamos todos locos. Como dice mi amigo Carlos Herrera, no cabe un tonto más en este país”, sentencia para negar cualquier tipo de implicación en este asunto y tratando de despejar las dudas que muchos se plantean aún.