Gabriela Guillén denuncia en la policía el robo de la sillita de su bebé, el supuesto hijo de Bertín Osborne

A Gabriela Guillén le crecen los enanos. Por si el aluvión de informaciones relativas a su hijo y las dudas sobre la paternidad de Bertín Osborne no fueran suficientes, la paraguaya ha tenido que hacer frente a un inesperado varapalo. Tal y como han adelantado desde el programa "¡Así es la vida!", ayer por la noche tuvo que acudir a una comisaría para interponer una denuncia tras encontrar una de las ventanillas de su coche, que además, había adquirido recientemente, completamente rota.

La intención del individuo que rompió el cristal no era otra que robar la sillita del bebé que había en el interior del coche, un curioso hurto que ha levantado las sospechas del círculo íntimo de Guillén.

Raquel Arias, íntima de la paraguaya y colaboradora del programa anteriormente citado, maneja una hipótesis "un poco loca" pero que también apoyan otros compañeros. La que fuera concursante de "Supervivientes" considera que "no puede ser casualidad" que hayan robado la sillita del bebé de Gabriela Guillén justo en un momento en el que se cuestiona la paternidad de Bertín Osborne y se pone sobre la mesa la necesidad de llevar a cabo una prueba de ADN.

Bajo el punto de vista de Arias, el objetivo del ladrón es claro: recoger material genético del bebé de la silla, ya sea saliva o cabellos, para poder realizar la prueba de paternidad. Sin embargo, para que esto fuera posible, sería necesaria otra muestra de Bertín Osborne para poder cotejar los ADN de los dos sujetos y establecer si hay un vínculo familiar entre ellos.

Lo cierto es que Gabriela Guillén se ha visto más cuestionada que nunca en las últimas horas después de que se hiciera público un supuesto romance que habría mantenido con un apuesto hombre al tiempo que también se relacionaba con Osborne. Según explicó Alessandro Lequio en "Vamos a ver", esto habría llegado a oídos del presentador, y de ahí sus dudas sobre si es realmente el hijo del bebé de Gabriela. Una historia que, por supuesto, ella desmiente tajantemente. Verdad solo hay una. El ADN no engaña.