Charo Vega, en la boda de su hija Triana: emoción, solera y "cuatro malditos mosquitos"

Triana Jiménez y Juan Silva de los Reyes celebraron el viernes 11 de abril su boda civil. Fue una fiesta con solera, emociones y mucho color. Así al menos lo vivió la madre de la novia, Charo Vega, que con su gracia natural fue informando puntualmente de todos los detalles a través de su cuenta de Instagram y de la cadena de televisión en la que colabora, Telecinco.

En directo, dio rienda suelta a su emoción y prometió disfrutar cada minuto en ese día tan importante para su hija Triana, que contrajo matrimonio civil en Sevilla a las siete de la tarde con Juan de los Reyes, acompañada de sus tres hijos. Era Viernes de Dolores y la ciudad amaneció con estruendo incesante y amago de lluvia, pero tanto la fe de los sevillanos como las ganas de fiesta de los invitados ganaron la partida al agua.

Triana, hija de la relación de Charo Vega con el empresario marbellí Fernando Jiménez Varela, caminó radiante hacia el altar del brazo de su hijo mayor, Manu, de 21 años. Vestía un conjunto blanco de manga larga, su melena negra recogida en una trenza y un discreto ramo de flores.

Tras la ceremonia, llegó el banquete, que se celebró El 29, un restaurante ubicado en el mismo Parque María Luisa, junto a la Plaza de España. Allí posaron Triana y Juan por primera vez como marido y mujer. Familiares y amigos íntimos como Pastora Vega, Charo Reina, Luis Rollán, Eugenia Martínez de Irujo y Lolita Flores, madrina de bautismo de la novia, brindaron con ellos por su amor. Allí se habían citado ya la tarde del jueves para una preboda que se prolongó hasta bien entrada la madrugada.

"Atacada", pero feliz

Charo Vega confesó que estaba "atacada", pero feliz por el paso que ha dado su hija. "No pensaba que Triana se casara ya, pero ha llegado nuestro San Juan bendito que es mi yerno. Se enamoraron en Sevilla y le queremos muchísimo porque sé lo que quiere a mi hija. Ha cargado con Triana, con sus tres hijos y con la madre", declaró con humor. Sin tiempo que perder, esta misma mañana ha publicado una imagen de su hija vestida de novia y una bonita declaración: "Qué bonita mi hija, qué bonita ceremonia, qué bonitos amigos y qué familia tan maravillosa tengo... Mi yerno, bonito, te quiero, nos queremos".

Juan es abogado penalista y Triana trabaja como secretaria de su despacho, el bufete DLR, cuyos empleados son todos de etnia gitana. Entre sus objetivos está abrirles el mercado laboral para que cuenten con las mismas oportunidades que el resto. Anteriormente, Triana estuvo más de una década en Publicis, la agencia multinacional francesa de comunicación, publicidad y relaciones públicas. Recientemente, participó en una campaña para denunciar el racismo que aún existe y defender la diversidad cultural y étnica que conforma nuestro país.

Para Charo fue un día muy especial y emotivo que lo esperó con gran nerviosismo. Solo unos días antes, se lamentó ante sus seguidores de la picadura de "cuatro malditos mosquitos en la cara" o, como dijo, "cuatro veces el mismo".

Aunque inoportunos, los mosquitos no le impidieron lucir su mejor cara.