La hija secreta de Bahamontes que pone en jaque el reparto de su herencia

Ya ha pasado más de un año desde que las piernas de Federico Martín Bahamontes se apagaron para siempre. El primer español en ganar el Tour de Franciafalleció el 8 de agosto de 2023 a los 95 años, en su residencia de Villanueva de San Mancio, de apenas 90 habitantes, en la provincia de Valladolid, donde residía desde el año 2020 con motivo de la pandemia del COVID-19.

Aunque se desconoce el montante exacto al que ascendía su patrimonio, sí se ha podido confirmar que contaba con varias cuentas en el Banco de Santander, fondos en Bankia y BBVA, un seguro de vida, dos plazas de garaje y un valioso dibujo que le hizo Dalí, además de su amada colección de bicicletas.

Una jugosa herencia que 15 meses después de su muerte sigue sin resolverse. El origen del conflicto se encuentra en una hija adoptiva de la que muchos, incluidas sus hijas biológicas, no conocían su existencia hasta hace bien poco.

Se trata de Victoria Sahagún, una mujer de 45 años a la que el recordado ciclista habría reconocido legalmente como su hija adoptiva cuatro años antes de fallecer, aunque su relación paternofilial se remonta a mucho más tiempo atrás, según una serie de documentos judiciales a los que ha tenido acceso “Relevo”.

“Tengo una relación paterno filial con la adoptada que data del año 1996 hasta la actualidad”, aseguró Bahamontes. Sin embargo, ni él ni ella se presentaron en los juzgados el 16 de mayo de 2019 para ratificar la adopción, aunque finalmente se convirtió en su hija a efectos legales en junio de 2019.

Además, Bahamontes tiene otras dos hijas biológicas fruto de una relación externa a su matrimonio con Fermina Aguilar -fallecida en 2018-, las gemelas María Angélica y María Victoria. La sorpresa llegó cuando se levantó el último testamento del ciclista, fechado a 6 de abril de 2022, y se descubrió que nombró a Sahagún como su heredera universal.

La lucha de sus dos hijas biológicas pasa ahora por demostrar que su padre no se encontraba en las mejores condiciones físicas ni mentales cuando declaró esa última voluntad. Una suerte de alienación que las llevó incluso a distanciarse de su padre, cuyas visitas, aseguran, se volvieron casi imposibles en los últimos años de su vida, cuando residía junto a Sahagún y a la madre de esta en un hotel rural en Villanueva de San Mancio. De hecho, no fue hasta que por fin pudieron visitarle en el hospital en uno de sus últimos ingresos cuando, supuestamente, descubrieron que había adoptado como hija a Victoria, su sorpresiva nueva hermana.