Ya no se esconden

Marina Lozano y el viudo de Silvia Tortosa presumen públicamente de su amor

Carlos Cánovas ya no oculta la relación que mantiene con la actriz.

Carlos Cánovas y la fallecida actriz, Silvia Tortosa
Carlos Cánovas y la fallecida actriz, Silvia TortosaGtres

Carlos Cánovas no se inmuta cuando le llaman infiel. Traicionó a su entonces mujer, Silvia Tortosa, haciendo una doble vida junto a Marina Lozano, una actriz que, irónicamente, fue compañera de reparto de la propia Silvia en la serie "Centro médico". Enterarse de esa infidelidad fue un golpe cruel para la veterana artista y echó de su casa al marido traidor.

Hoy, Carlos pasea su relación sentimental con Marina por la localidad madrileña de Alcalá de Henares, donde ambos conviven desde hace meses junto al hijo de ella. Les pillaron en un campo de fútbol mientras veían un partido del muchacho. Todo eran carantoñas y muestras de afecto. No se esconden. Pasean agarrados de la mano exhibiendo una realidad que marcó el desamor con la recientemente fallecida actriz.

Cánovas nos dice que "no voy a hablar sobre el tema", se cierra en banda y permanece ajeno a las polémicas. No le interesa reconocer el daño que le hizo a la que fuera su mujer tantos años. Tortosa murió víctima del cáncer y de la pena.

Pero antes borró de su testamento a Carlos, no le ha dejado ni un euro de ese patrimonio valorado en seis millones, entre propiedades inmobiliarias y cuentas bancarias.

Pero, ¿quién es Marina?, la pieza clave en esta historia de desamor. Actriz madrileña de 47 años, ha intervenido en series como "Centro médico", "Manos a la obra", "Hospital central" y "Ana y los siete". Cuando conoció a Carlos y Silvia estaba casada con Felipe Hita y es madre de un hijo adolescente. Una de sus mayores aficiones es practicar artes marciales, ir al cine y pasear. De hecho es cinturón negro de karate.

Ahora se rumorea que Carlos Cánovas podría iniciar los trámites para solicitar una pensión de viudedad. Sería un escándalo si se confirma, habida cuenta de que su matrimonio acabó de una manera bochornosa.

Por otro lado, la engañada puso de manifiesto en su último testamento que estaba separada de hecho e incidiendo en que, en el caso de que a este le pudiera corresponder algún derecho, le desheredaba por incumplimiento grave de los derechos conyugales, conforme al Código Civil.