Fe profunda

Mario Vaquerizo se refugia en la fe: descubrimos los "santitos" y vírgenes que custodian su cama

El artista reza todos los días amparándose en una religiosidad sincera que viene de lejos

Mario Vaquerizo
Mario VaquerizoInstagram

Ahí donde le vemos, Mario Vaquerizo, habitualmente tan irreverente y sin perder ocasión de mostrarse descarado, no es de los que se encomiendan a Dios entre lágrimas. Su altar junto a la cama de hospital repleto de estatuillas y estampas religiosas desgastadas por el tiempo confirma que sus rezos no vienen de una fe de última hora, sino mucho más profunda. Entre botellas de agua bendita, se erige la figura de la Virgen de Guadalupe, venerada en América Latina, y un sinfín de grabados y figurillas.

Mario ha dejado visible este santuario en su cuenta de Instagram cada vez que ha compartido con sus seguidores su estado de salud. Es consciente de que la caída que sufrió pudo haber sido mortal, pero agradece a Dios que sigue aquí, "aunque bastante dolorido y con pérdida de visión que espero recuperar porque estoy en las mejores manos de los mejores profesionales médicos".

El amor y la amistad que recibe están siendo su mejor medicina, aparte de los cuidados de Alaska, su mujer, pero no se olvida de esos otros seres divinos que custodian su cama: "Bien cuidado y además protegido por mis vírgenes y santitos, que siempre me ayudan y acompañan. Una vez más, gracias a todos por vuestros mensajes. Los ojitos y el cuello, pues… poquito a poco".

Además de la Virgen de Guadalupe, en la imagen aparece la Virgen de Lourdes en forma de botellita con agua del manantial, un cuadro de la aparición de su aparición y un pequeño bidón con más agua milagrosa de Lourdes. Hay otra botella de agua en forma de la Virgen de Fátima y su aparición, además de un díptico con San Francisco de Asís. Sobre la mesita reposan además estampitas con las imágenes de Santa Gema, San Judas Tadeo, Santa Rita de Cascia y San Lázaro con sus muletas. Y no podía faltar la Virgen de la Almudena.

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Mario Vaquerizo asegura que "vuelto a nacer" en "TardeAR" tras su accidenteTelecinco

El artista reza todos los días, asiste a misa cuando puede y comulga. Esta fe le ha salvado del abismo en otros momentos difíciles de su vida. Peregrinó a Lourdes y volvió carga de una "espiritualidad bonita". "Bendita fe, bendita religión y bendito Dios", declaraba hace un tiempo, al tiempo que comentaba que "cuanto más viejo me hago, más feliz soy, porque conozco más cosas y estoy más pleno con mi vida".

No solo en el hospital, también en casa, en su mesilla de noche tiene la imagen de un Sagrado Corazón de Jesús, una imagen de la Virgen de Fátima y varios rosarios bendecidos. Con ellos recurre a la oración y reza a Dios, especialmente por lo que ya no están, como David Delfín, Bimba o su hermano Ángel. "La religión -opina- es como la cerveza o Warhol, una especie de adicción que no puedo remediar".