Vida más allá de los fogones
Martín Berasategui: su mujer, su hija y cómo todos han salvado la vida de milagro
El chef con 11 estrellas Michelin y su esposa, Oneka Arregui, casi mueren en un accidente de tráfico. También su hija casi fallece con cinco años
“Llevo 48 años dedicado en cuerpo y alma a lo que más me gusta en el mundo, que es cocinar”. Así de claro lo tiene Martín Berasategui, a sus 64 años, después de haber dedicado casi cinco décadas a los fogones. No han sido en vano, pues se ha hecho un nombre propio y su buen talento le ha abierto muchas puertas, como la de ‘El Hormiguero’ este miércoles, acudiendo a la cita con Pablo Motos junto a David de Jorge. Comenzó a interesarse por la cocina en El Bodegón Alejandro, con tan solo 14 años, aprendiendo el arte de mano de su madre y su tía. También con escapadas a Francia para ampliar sus conocimientos y facultades. En 1985 ganó su primera estrella Michelin en este restaurante de San Sebastián. Vendían muchos otros, una decena más, también gracias a unir su camino a su mujer, Oneka Arregui.
No fue hasta 1993 cuando comenzó a notar que su fama le precedía, cuando inauguró un restaurante junto a su esposa. El Martín Berasategui de Lasarte-Oria, a siete kilómetros de San Sebastián, se convirtió en un templo gastronómico en seis meses, al recibir la primera estrella Michelin. Después sumó una segunda y una tercera. No puede tener más, es la máxima categoría que otorga la guía. Es quien más tiene de España y el tercero del mundo. Puede estar satisfecho. Oneka, que hace las veces de jefa de sala del restaurante, es responsable de parte del éxito de su marido, al igual que su hija Ane Berasategui, quien sigue los pasos de sus padres para perpetuar el legado familiar.
Martín Berasategui no tiene intención alguna de jubilarse. Así lo ha expresado en varias entrevistas, dejando claro que morirá entre fogones, pues la cocina es su gran pasión. Pero también ha sabido disfrutar de la vida más allá, encontrando en su mujer la mejor compañera de viaje. Se conocieron de niños, cuando aún no eran ni tan siquiera mayores de edad. La suya es de esas historias de amor que ya no se forman, poniéndole pasión a lo que hacen en los negocios y en lo personal. Algo que le han sabido transmitir a su hija, que ahora ejerce de responsable de comunicación del imperio familiar: “Nada de lo que soy y de lo que he conseguido habría llegado sin ella. Tanto a mi mujer como a mi hija Ane se lo debo todo: ellas me animan, me templan, me transmiten su luz. Son mi otra mitad”, decía en una entrevista a ‘La Vanguardia’. Así recuerda cuando su hija casi muere ahogada con cinco años o cuando el matrimonio sufrió un accidente de coche dando vueltas de campana, pero resultando milagrosamente ilesos. Aun así, su historia no está exenta de episodios dolorosos.
Uno de los peores momentos que le ha tocado atravesar a Martín Berasategui es la muerte de su padre. Sufrió un grave accidente de moto y de las secuelas terminó falleciendo diez años después. De él habla en diversas ocasiones, pues siempre lleva sus enseñanzas por bandera: “Llevo 48 años como cocinero y aún me considero un aprendiz. Mi padre me decía que lo mejor siempre está por llegar”. Le lleva muy presente, de ahí que le haya rendido un homenaje con su restaurante Lasarte, que lleva “la firma de mi padre porque es el único que no vio nada de o que me ha pasado y en homenaje a él. Todos los restaurantes que tengo por el mundo tienen todas o algunas letras de la firma de él”, desvelaba en conversación con ‘Hola’.
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