Polémica
¿Mintió Leticia Sabater sobre su operación vaginal en "El Hormiguero"? Hablamos con una experta
La cantante aseguró que buscaba hombres "que la tuviera pequeña" por las molestias que sufría
La última semana de programa de esta temporada de "El Hormiguero" no está siendo tranquila para el presentador Pablo Motos. Si bien, es un programa que cada día sorprende al espectador, la visita de Leticia Sabater ha conseguido dejar sin palabras a Pablo Motos y su socio Jorge Salvador, que en un momento de la entrevista y enfocado (quizá a traición) por la cámara, se tapaba la cara con las manos. Quizá Pablo Motos hubiese hecho lo mismo si hubiese podido. Pero el presentador tiene tablas para salir adelante incluso después de muchas de las declaraciones de la presentadora y cantante.
Leticia Sabater habló de cómo vivió el cambio de presentadora de programas para niños a cantante de temas como "La salchipapa": "Yo vi que se estaba acabando la moda de los programas infantiles y llegó el momento en el que me di cuenta de que tenía que jugarme el dinero que había ganado en hacer lo que siempre me había apetecido hacer". Y es que ella siempre había querido ser como Raffaella Carrá.
Pero no fue lo único ni lo que más llamó la atención. Habló con detalle de sus operaciones estéticas. La más popular quizá sea la de sus abdominales: "Consiste en que te quitan esa grasa que tienes ahí desde hace un montón de años de comer de todo, de ponerte ciego de todo, y luego ya, a partir de ahí, tú te curras tus abdominales".
Pero la operación que dejó al propio Motos sin respuesta fue la de sus genitales. "Yo tenía un problema, que era que a mí no me entraban cuando eran muy grandes" por lo que la presentadora, según cuenta, decidió operarse el himen y disfrutar sin límites de las relaciones íntimas: "Me reconstruí el himen y ahora todos los artefactos viriles me caben muy bien".
La sexóloga Lucía Jiménez de Diversual explica que cuando el coito resulta imposible, suele ser debido al vaginismo o dispareunia, ambas patologías en las que la musculatura se contrae y el dolor es tan intenso, que no es factible introducir en la vagina un pene, dedos, tampones o juguetes.
Por otro lado, el himen es un vestigio de piel que se encuentra en la entrada de la vagina, elástico, y que, como el resto de la musculatura de la zona, se expande y se contrae volviendo a su forma habitual. En algunos casos, los que menos, esta piel tapona la entrada de la vagina de forma completa, y es aquí cuando se puede recurrir a una intervención.
En cualquier caso, cuando en consulta aparecen personas con dificultades para recibir una penetración, se trabaja de forma conjunta con fisioterapeutas de suelo pélvico, ayudando a relajar la zona, y con profesionales de la sexología, indagando en los factores que han llevado a la vagina a contraerse como respuesta al miedo al dolor, que paradójicamente, produce más dolor.
✕
Accede a tu cuenta para comentar