Primeras palabras de Raphael horas antes de su reaparición: "He sido un buen enfermo"

Si regresaba, tenía que hacerlo por la puerta grande y en un escenario a la altura de su grandeza. Raphael vuelve a actuar y lo hará en el Teatro Romano de Mérida, uno de los conjuntos arqueológicos mejor conservados de España y sede de prestigiosos eventos, como el Festival Internacional de Teatro Clásico. Habría que discutir, por tanto, quién tiene el honor de recibir a quién. El privilegio es mutuo.

Han pasado seis meses de aquel inesperado ingreso en el Hospital 12 de Octubre de Madrid a causa del diagnóstico de un linfoma cerebral. Seis meses de tratamiento, cuidados e incertidumbres que a él y a Natalia, su esposa, les habrá parecido una eternidad, pero, finalmente, un instante más en su amplísima trayectoria. En una entrevista concedida a "Vanitatis" hace solo unos días se mostró ilusionado. "Es uno de los lugares donde más me gusta actuar".

"Voy de cabeza y feliz", añadió. Es una vuelta con cautela, que le obligará a intercalar los ensayos con las citas médicas, pero su equipo médico confía en él. "He sido un buen enfermo y sigo a rajatabla sus indicaciones". Es consciente de que el cuidado tiene su recompensa. "Cuando tienes un batacazo como el que tuve, claro que la vida se trastoca. Da una segunda oportunidad y ahora una tercera", indica en la entrevista.

Más calmado, más sensato

"La vida la ves de otra forma, con más calma, con más sensatez y ahora es más de lo mismo", admite. "Me cuido mucho y doy toda mi profesión, pero con las pautas que me marcan".

En diciembre, durante la grabación de un programa de televisión navideño, comenzó a experimentar los primeros síntomas: desorientación, dificultad para expresarse… una sensación, en sus propias palabras, “fatal”. Después de varias pruebas, le diagnosticaron linfoma cerebral primario, con dos nódulos localizados en el hemisferio izquierdo.

Recibió la noticia como un "golpetazo inesperado", según explicó después. Durante el proceso de curación, el artista, de 82 años, ha mantenido un perfil bajo centrado en el tratamiento, que incluyó varias sesiones de quimioterapia. Ahora se ve fuerte para retomar la vida donde la dejó. "No soy especialmente valiente, pero cuando algo así llega, no hay más remedio que enfrentarlo", explicó al diario "El Mundo".

Antes de decirse, se tomó a sí mismo el pulso organizando un ensayo con sus músicos y algunos miembros de su familia. "Una cosa es lo que uno piensa, y otra es la realidad". Y pudo comprobar que su cuerpo, su mente y su voz acompañaron a las ganas.