Las sorprendentes imágenes de Belén Esteban, llorando a lágrima viva y caminando de rodillas

Ya han pasado más de 20 años desde que Belén Esteban eligió Paracuellos del Jarama como el lugar en el que levantaría su hogar. Allí compró el chalé en el que reside actualmente junto a su marido, Miguel Marcos, puesto que su hija se mudo a Estados Unidos para labrarse un futuro alejado de la exposición pública.

Belén Esteban ya es una más en Paracuellos del Jarama y disfruta junto al resto de sus vecinos de las fiestas populares, que en esta ocasión se han celebrado desde el viernes 6 de junio hasta el miércoles 11. Se remontan a 1751 y rinden homenaje a tres importantes figuras religiosas: el Santísimo Cristo de la Salud, la Virgen de la Ribera y San Nicolás de Bari.

Las sorprendentes imágenes de Belén Esteban

El primero es de los más destacados para Belén Esteban, a quien se encomienda todos los años. La colaboradora de “La familia de la tele” no se ha perdido la procesión y, como marca la tradición, ha caminado de rodillas por el altar de la iglesia para cumplir con su promesa con el Cristo de la Salud. Un momento muy especial en el que no ha podido contener la emoción y ha terminado llorando a lágrima viva.

“Viva el Cristo de la Salud. Con todos mis respetos, tú sabes por quién te pido siempre”, ha escrito Belén Esteban en su cuenta de Instagram, junto a las sorprendentes imágenes de su participación en las Fiestas de Paracuellos del Jarama.

Aunque ha sido discreta en este sentido, Belén Esteban podría encomendarse al Cristo de la Salud por toda su familia y seres queridos, más especialmente por su madre, María del Carmen Menéndez, de 81 años.

Belén Esteban está muy unida a ella, pero la echa en falta a diario porque viven alejadas, puesto que su madre se encuentra afincada en Benidorm.

La tertuliana aprovecha siempre que puede para escaparse a la provincia alicantina y pasar unos días con la mujer que la trajo al mundo, pero su ocupada agenda y compromisos en Madrid la tienen ligada a Madrid “más de lo que me gustaría”, tal y como ella misma ha expresado en varias ocasiones.

Su hija, que como se ha comentado anteriormente reside en Los Ángeles, es otra de las figuras a las que Belén Esteban más echa de menos y por las que más se preocupa, por lo que también siempre está presente en sus oraciones cuando llega el momento de pedir al Cristo de la Salud.