Diferencias económicas

Javier Ungría y Elena Tablada, cara a cara en los tribunales

Según ha podido saber SEMANA, Elena Tablada y Javier Ungría tienen un juicio pendiente en el que resolverán sus diferencias en materia económica

Después de seis años juntos y una hija en común el pasado mes de agosto, Elena Tablada y Javier Ungría ponían fin a su relación. Según la diseñadora, el principal motivo del divorcio fue que tanto ella como el empresario tenían distintas maneras de ver la vida. Ahora, según ha podido saber la revista "Semana" hay mucho más dolor y más decepción mutua de la que ambos han demostrado públicamente. La expareja, tal y como revelan a esta revista fuentes cercanas a la diseñadora, "ha terminado como el rosario de la aurora. No se pueden ni ver. Ella tiene un juicio pendiente con él. Se verán las caras en los tribunales próximamente. Ella le va a pedir todo el dinero que pueda para no perder su calidad de vida", añaden a la publicación fuentes cercanas a Tablada.

Con respecto a la custodia de Camila, "con ese tema está todo más o menos acordado", aseguran las mismas fuentes. "Lo que los ha puesto en pie de guerra es un tema económico. Han tenido muchas diferencias por cuestiones financieras. Ella le va a pedir todo el dinero que pueda para no perder su calidad de vida. Y va a degüello con él". La misma persona explica que "ella firmó un acuerdo económico tras separarse de David Bisbal por el que este reducía parte del dinero que le pasaba si ella se volvía a casar". Y eso fue lo que pasó cuando la diseñadora contrajo matrimonio con Ungría. "Y por eso ahora le va a reclamar la cantidad que considera necesaria para estar a la altura de la calidad de vida de la que siempre ha disfrutado".

En el juicio, que ya tiene fecha y se celebrará en Madrid, deberán llegar a un acuerdo sobre la pensión compenstoria que ella reclama a Ungría. "Nadie lo sabe, pero Elena lo ha pasado muy mal con Javier. Hasta que se casaron, él era el perfecto gentleman, el hombre ideal", destacan las mismas fueentes. "Se deshacía en atenciones con ella. Todo cambió de manera radical después de la boda".

La pareja se dio el "Sí, quiero" en 2018, en la iglesia de los Dominicos de San Juan Letrán, en La Habana. "Fue él quien costeó casi todos los gastos de la boda. Se portó de maravilla con ella. La trataba como a una reina y nada hacía presagiar lo que a Elena le ha tocado vivir. Una montaña rusa llena de inestabilidad, de noches sin dormir, y de preocupación cuando él salía y llegaba a casa a altas horas de la madrugada".

Desengaño y decepción parecen ser los motivos detrás de la ruptura. Elena "pensaba que Javier era el hombre de sus sueños y de un día para otro se dio cuenta de que era todo lo contrario. Ahora lo único que quiere es ajustar cuentas lo antes posible", añaden a "Semana" las mismas fuentes.