
Estilo
Pedro Sánchez o cómo recuperar el perdido "sex appeal" bajo unas gafas "vintage"
Son de Dior, rozan los 300 euros y parecen el as de un presidente demacrado

Si alguien dudaba de que Pedro Sánchez no iba a llevar su comparecencia en el Senado estudiada, claramente se equivocaba. El líder socialista, desde el primer momento en la Cámara Alta, demostró tener una actitud pensada, con una pose impostada en la que buscaba por una parte y si era posible, poner nerviosas a aquellas personas que osasen hacerle alguna pregunta, y, por otra, mostrar su superioridad con el tono condescendiente en el que tanto le gusta manejarse, consciente de que así encandila a sus fieles.
En toda esa puesta en escena que desarrolló el jueves, Sánchez tuvo unas protagonistas que incluso le llegaron a robar los focos (algo que seguramente no tolera el presidente). Si su famosa foto dentro del Falcon dio mucho que hablar por su parecido a las que todo el mundo recuerda de John Kennedy, esta semana nos dejó claro que se toma muy en serio la lectura y, no solo eso, que no ve bien de cerca. Sorprendió verle recurrir a un diseño de la firma Dior Monsieur y que podría rondar los 300 euros compradas hace cinco años en una tienda «cool» de la calle Santiago 9 en Madrid, llamada Gafa Vintage (no sabemos en cuántas chistorras se traduce esto).

Controlador como es de su imagen, está claro que esta vez lo que buscaba era explotar cierto «sex appeal», volver a ser el jefe del ejecutivo fuerte, con carácter, que controla, como quiso demostrar con su absoluta tranquilidad y su excursión por los Cerros de Úbeda cada vez que alguien le preguntaba. Tiró de imagen de playboy y de eso tuvo mucho, porque supo jugar vinieran como le vinieran las preguntas. E, incluso, llegó a robar corazones, pues no hay otra forma de explicar la pleitesía que le rindió el senador de Bildu, Gorka Elejabarrieta. El PNV ni siquiera se atrevió a tomar la iniciativa.
Sánchez se sumaba esta semana a un estilo de gafas que están muy de moda últimamente, con lentes grandes, corte retro y, sobre todo, muy masculinas, reivindicando el supermacho de los años ochenta. Se las hemos visto a actores como Jacob Elordi, aunque a lo mejor la que más se le parece son las que llevó Jon Kortajarena en la alfombra del MET de este año, un modelo de Tom Ford que también recuerda mucho al que lució el presidente: pura seducción con sabor a testosterona. En el caso de Sánchez se trataba de un diseño de pasta, con patillas metálicas a media lente y con la montura de corte cuadrado y esquinas redondeadas, consiguiendo una gran presencia en el rostro del líder socialista.
Otra de las imágenes que venían a nuestra mente era la de todo un «bon vivant»: Philippe Junot, primer marido de Carolina de Mónaco y padre de Isabelle, actual consorte del marqués de Cubas. Quizás pensó que si con unas gafas así se conquistó a toda una princesa de Mónaco, cómo él no iba a hacer lo propio con el votante medio de nuestro país: ¿quién no va a creer a un guapo con estilo? El «look» lo acompañó con uno de sus trajes de solapas estrechas que ya se han convertido en marca de la casa y una de las corbatas que posee de la firma madrileña García Madrid, además de su Longines Presence, el reloj que está valorado en más de 1.000 euros. Un estilismo estudiado para que recupere la atracción perdida, que de esas cosas en su casa parecen saber mucho.
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