Marta Riesco reaparece a lágrima viva: “Están forzando para que me vaya”

Tras varias semanas apartada de la televisión, Marta Riesco regresaba de nuevo a su puesto como reportera en “Fiesta” el pasado fin de semana. Lo hacía tras recibir el alta médica y con una gran sonrisa que parecía dejar lejos la polémica que surgió tras su encontronazo en directo con Cristina Porta en “Sálvame” y que la llevó a lanzar duras acusaciones contra Borja Prado, el presidente de Mediaset. Ella misma aseguraba entonces que era consciente de los avances que había hecho y que se merecía seguir luchando. “No quiero estar con 35 años en mi casa y sin trabajar por un problema de salud mental”, indicaba. Además, quería dejar claro que el diagnóstico por el que había estado de baja todo este tiempo solo lo sabía el médico, su familia y ella misma.

Y feliz la veíamos ayer de viaje a Ponferrada, donde señalaba estar trasladándose para iniciar una investigación por cuestiones laborales. Simpática y divertida durante todo el trayecto, Marta iba desgranando pequeñas pistas de la búsqueda que la había llevado hasta la ciudad leonesa para el programa “Fiesta”. Junto a ella, Luis Boya, un periodista de un medio de comunicación local, se afanaba en ayudarla en la que ambos definían como una laboriosa investigación. Hasta que, dos horas después y sin previa explicación, la novia de Antonio David Flores dejaba atrás todo este buen rollo y sorprendía con un llamativo mensaje: “Algún día os contaré todo lo que estoy viviendo. Está siendo muy duro todo. Intento ser fuerte pero…”.

Tras él, la periodista subía una storie en la que aparecía con los ojos llenos de lágrimas y redactaba otro texto en el que agradecía a Luis Boya y al cámara que le había acompañado en el viaje por el trato que ambos la habían dispensado. “No sé qué habría sido sin ellos hoy. Solo quiero que me dejen trabajar. Trabajar. ¿Qué he hecho tan malo?”, empezaba relatando. Sin explicar lo que había ocurrido previamente, Marta seguía arremetiendo contra quienes le estaban poniendo trabas en el camino: “Están matando mis ilusiones y todo el esfuerzo que he hecho desde hace 15 años por estar dónde estoy. No estoy loca, solo quiero que me dejen trabajar como trabajaba antes. Solo soy un número pequeño en una gran empresa, pero lo he dado todo por ella”, sentenciaba.

Además, destacaba que lo había conseguido todo como reportera: “Y ahora solo están forzando para que me vaya. No puedo más”. Poco después, subía la imagen de una cama de un hospital donde agradecía al personal que la hubiese atendido. Sin embargo, de momento no ha aclarado qué fue lo que ocurrió ayer para que acabase en este estado.