Kim Jong-un

¿Está muerto Kim Jong Un?

Todo parece apuntar, según medios japoneses y chinos, que la operación cardiovascular a la que fue sometido no salió bien

El “hombre cohete”, como le apodó sarcásticamente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está desaparecido. Y eso es mucho decir para Kim Jong Un, el dictador a una campaña personal de loa pegado. Sus apariciones, como las de Nicolás Maduro, eran forzosamente semanales por no decir cada dos días. Hoy un cohete, hoy hago desaparecer a un general, hoy me hago fotos con chicas y flores, o riendo con mi cúpula del Estado Mayor.

Pero la semana pasada, un experto chino informó de que el líder de Corea del Norte se había agarrado el pecho durante una visita al campo a principios de este mes y el médico que siempre le acompaña le realizó una RCP de emergencia y lo trasladaron a un hospital cercano.

Kim, de tan solo 36 años, necesitó entonces un procedimiento de stent, que requiere colocar un tubo en un vaso sanguíneo congestionado para que la sangre vuelva a fluir hasta el corazón. El medio chino que desveló la información, aseguró que “el cirujano que estaba operando estaba muy nervioso y le temblaban las manos. Además, no tenía experiencia operando un cuerpo tan obeso como el de Kim Jong Un. Le llevó unos ocho minutos insertar el stent". Desde entonces, ningún medio de comunicación del país ha mencionado el estado de salud de Kim y se desconoce el paradero de uno de los hombres más temidos del planeta.

A pesar de la falta completa de información, las especulaciones sobre su estado de salud han empezado a discurrir hasta que el pasado 21 de abril el diario de Seúl, “Daily NK” informó de que Kim se estaba recuperando después de haberse sometido a un procedimiento vascular a mediados de abril, citando a una fuente de Corea del Norte.

Según contó más tarde Reuters, funcionarios del Gobierno surcoreano y un funcionario chino del Departamento de Enlace cuestionaron los informes de una recaída de gravedad de Kim después de la cirugía. El mismísimo Donald Trump minimizó los informes sobre la enfermedad del dictador y un funcionario cercano a la inteligencia americana dijo que no había razones para creer que estaba enfermo de gravedad o que no podría aparecer en público dentro de poco tiempo.

En “estado vegetativo”

Pero tras faltar a varios actos programados con distancia de la intervención cardiovascular, los rumores han vuelto y según una revista japonesa, Kim Jong Un se encuentra en estado vegetativo, y el semanario “Shukan Gendai” asegura que un médico chino enviado a Corea del Norte como parte de un equipo para tratar a Kim cree que un retraso en un procedimiento simple dejó al líder gravemente enfermo, informó Reuters.

Por otro lado, un subdirector de HKSTV Hong Kong Satellite Television, una red de transmisión respaldada por Pekín en Hong Kong, afirmó que Kim estaba muerto, citando una “fuente muy sólida”. Su publicación en la aplicación de mensajería china Weibo se ha compartido ampliamente en las redes sociales, según un informe del International Business Times.

Parece que ni siquiera el envío de expertos desde China para aconsejar a los expertos coreanos, que llegaron esta semana, parece minimizar que el país se enfrenta a una crisis sin su líder. Pero no es la primera vez que Kim desaparece misteriosamente, porque ya en 2014 no se le pudo ver hasta que reapareció con una sospechosa cojera.

Problemas con el sobrepeso y el tabaco

Su apariencia no engaña, a pesar de tener solo 36 años, Kim Jong Un tiene un evidente sobrepeso y fuma tres paquetes de cigarrillos al día. Las informaciones aseguran que a principios de año los médicos, con el cuidado que hay que tener al hablar con él, ya le habrían advertido de los riesgos de su estilo de vida. Hay que tener en cuenta que su padre, Kim Jong-il, falleció de un ataque al corazón hace 9 años. Todo esto junto a la pandemia que se veía planear sobre el país, a pesar de los datos en contra, que les llevó a desplegar tropas cerca de la frontera, destrucción de nidos de aves que emigran desde China y ejecuciones de contrabandistas, podrían haber aumentado la presión sobre el corazón maltratado del líder norcoreano.