Desafío

Una marea de polacos se moviliza a favor de la permanencia en la Unión Europea

Miles de ciudadanos salen a la calle en las grandes ciudades para reivindicar su europeísmo en un momento en el que su Gobierno ha tensado la relación con Bruselas con la controvertida decisión del Constitucional sobre la prevalencia de la justicia comunitaria

Manifestación a favor de la permanencia de la UE hoy en Varsovia tras el polémico fallo del Tribunal Constitucional
Manifestación a favor de la permanencia de la UE hoy en Varsovia tras el polémico fallo del Tribunal ConstitucionalKACPER PEMPELREUTERS

Las calles y plazas de Polonia se llenaron este domingo de miles de ciudadanos para protestar contra la sentencia del Tribunal Constitucional. Las movilizaciones recorrieron todo el país para terminar a última hora de la tarde en la Plaza del Castillo de Varsovia. Representantes de organizaciones de jueces, políticos, activistas, escritores y cantantes se unieron ayer sobre el escenario aDonald Tusk, actual líder del principal partido de la oposición Plataforma Cívica (PO). Lejos de ser un mitin político a favor de un solo partido, la convocatoria reunió también al líder de Izquierda, Robert Biedron y al alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski.

Al caer la noche, hasta 100.000 ciudadanos encendieron las luces de sus teléfonos móviles aclamando uno de los discursos más aplaudidos de la jornada. Wanda Traczyk-Stawska, superviviente del levantamiento de Varsovia: “Nadie nos sacará jamás de la Unión Europea” gritó, al ser interrumpida por el megáfono de una contramanifestación muy cerca del escenario. Un grupo de extrema derecha intentó durante todo el acto boicotear el sonido durante los discursos; no se registraron enfrentamientos, pero sí bloquearon diferentes accesos a la plaza principal y colocaron numerosas bocinas en las puertas de acceso para que las personas que estuvieran detrás no pudieran escuchar lo que ocurría sobre el escenario.

Mientras Tusk pronunciaba uno de sus discursos la televisión pública (TVP) conectó con el acto del político y con el titular: “Protestas contra la Constitución polaca”. Sobre el escenario Tusk declaró las intenciones de las protestas: “Queremos una Polonia independiente, europea, democrática, respetuosa de la ley y justa. Estos principios son aplastados hoy por el poder desprovisto de conciencia y moral”. El que fuera primer ministro del país es uno de los pocos políticos polacos capaz de movilizar a un grupo tan numeroso de personas. “Prometo que no desperdiciaremos la energía que nos estáis dando hoy. Esto seguirá creciendo. Continuaremos”, finalizó Tusk.

Menos de 24 horas después de la sentencia del Tribunal Constitucional se organizaron manifestaciones en todo el país. Anoche los ciudadanos polacos fueron más allá de su descontento por el fallo del TC. Sobre los diferentes escenarios de todo el país se pudieron escuchar reivindicaciones sobre el cambio climático y el papel que el Gobierno está llevando a cabo en la frontera con Bielorrusia y los refugiados que llegan hasta la frontera polaca. Las protestas terminaron con la Oda a la Alegría, el himno oficial de la Unión Europea.

La bandera de la Unión Europea se ha convertido este domingo en el símbolo de quienes quieren seguir formando parte del club comunitario. “Los polacos queremos más a Europa que al PiS (Ley y Justicia)”, comenta Agnieszka Saak, en una manifestación en el centro de Cracovia. Según el último eurobarómetro, el 81% de los ciudadanos polacos encuestados tiene una opinión favorable de la Unión Europea (UE).

El pasado jueves, el Tribunal Constitucional (TC) polaco declaró la supremacía de la Constitución polaca sobre las leyes europeas. En una sentencia histórica, expuso que los artículos 1, 2, 4.3 y 19 del Tratado de la Unión Europea son incompatibles con su Constitución. Según el fallo del tribunal, los artículos 1 y 4.3 permiten a la UE actuar “más allá de los límites de las competencias transferidas por Polonia”, y que a través de los artículos 2 y 19, los tribunales europeos invalidan la Constitución nacional. Varsovia envió, a través de su máximo órgano legal, un mensaje claro: no reconocerá la línea de Bruselas en este proceso de reformas.

El fantasma de “Polexit”

El líder del partido en el Gobierno, Jaroslaw Kaszynski, quiere que Polonia siga siendo parte de una Unión Europea que permita a sus Estados reformar arbitrariamente el sistema judicial. Kaszynski busca que Bruselas acceda a que los jueces puedan enfrentarse a procedimientos disciplinarios por sus decisiones y que puedan ser suspendidos de la carrera judicial. Para Europa, tolerar que un Estado miembro se salte las reglas del juego es más peligroso que el fantasma del “Polexit”. Esto es, la salida de Polonia del club comunitario. Las instituciones europeas se enfrentan a un Gobierno rebelde y a un desafío aún mayor: defender la posición del TJUE como único garante del orden jurídico europeo.

El veredicto abre una nueva etapa en el conflicto entre las instituciones europeas y el Gobierno del PiS por sus numerosas reformas judiciales. En un escenario sin precedentes, el factor económico pasa a ser fundamental. El Fondo Europeo de Recuperación Covid de 36.000 millones de euros para Polonia requiere la aprobación de la Comisión y el Consejo. El programa de recuperación polaco “Nuevo Orden”, no es posible sin el dinero de Bruselas.

Con la decisión del TC, se inaugura una ronda de diálogo entre Bruselas y Varsovia, Europa se enfrenta a una reto más allá del trato con el propio Gobierno polaco: el discurso público dirigido a la sociedad polaca. Con los medios de comunicación públicos bajo control del Gobierno y con titulares en programas de máxima audiencia como “Polonia ha vencido”, “Basta del control de Bruselas” o “No al dominio alemán”, las instituciones europeas tienen la ardua tarea de explicar a los ciudadanos polacos que el discurso duro y la tolerancia cero no están dirigidas a ellos, sino a un gobierno que no cumple con las reglas acordadas.

Choque partidista

Donald Tusk, ex primer ministro y presidente del Consejo Europeo, fue uno de los principales valedores de las protestas de ayer; ahora con el papel de líder del principal partido de la oposición, Plataforma Cívica (PO, centroderecha), Tusk puso sobre la mesa una propuesta para reformar la Constitución. El PO quiere que para que el Gobierno pueda retirarse de un acuerdo internacional sea necesario una mayoría de dos tercios en el Parlamento y no una mayoría simple, como hasta ahora. El objetivo: prevenir, a más largo plazo, una posible salida de la UE.

Durante los últimos años, el PiS ha maniobrado con un equilibrio fácilmente inestable. Los ataques a la Unión Europea han sido premiados con un aumento de popularidad en su base, Kaszynski es presentado en la televisión pública como único aval de libertad para el país. Sin financiación fluyendo desde Bruselas para mantener el ambicioso plan de recuperación, el PiS se enfrenta a un escenario que podría debilitar a su partido y a la Unión Europea.

Uso de gas pimienta

Después de las 20:00, al finalizar la concentración en la Plaza del Castillo, un grupo de manifestantes continuaron andando hasta la sede del PiS. Durante el camino de poco menos de cuatro kilómetros, la Policía rodeó a los primeros manifestantes y utilizó gas pimienta con algunos de ellos. Al menos dos personas están heridas y varias más fueron llevadas a comisaría. Según medios nacionales uno de los detenidos es Franek Broda, sobrino del primer ministro Mateusz Morawiecki.

Sin sorpresas para el resto de la noche. La manifestación en la sede del PiS se acabó sin altercados. Alrededor de 30 personas llegaron hasta ahí, anunciaron una nueva protesta para el 22 de octubre, esta vez lo organiza la “Huelga de Mujeres”.