Internacional

40 tornados

Los 110 trabajadores atrapados en una fabrica de velas en Kentucky

El taller de Mayfield se ha convertido en el epicentro de la tragedia de la sacudida de 40 tornados que han devastado el estado. Los equipos de rescate trabajan contrarreloj para encontrar supervivientes

Vecinos de Mayfield, el epicentro de los tornados de Kentucky y donde se concentran el mayor número de fallecidos
Vecinos de Mayfield, el epicentro de los tornados de Kentucky y donde se concentran el mayor número de fallecidosTANNEN MAURYEFE

La fuerza de los tornados más devastadores de la historia de Kentucky avanzó sin control desde el viernes por la noche en la zona del Medio Oeste de Estados Unidos, cruzando media docena de Estados del país con consecuencias catastróficas para cientos de miles de personas. Una tragedia sin precedentes que obligó al presidente Joe Biden a declarar el “Estado de Emergencia” para poner en marcha fondos federales de manera inmediata para la operación de búsqueda y rescate de supervivientes y aliviar las necesidades más urgentes causadas por las fuertes tormentas.

El impacto de una cuarentena de tornados contabilizados por el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos en tiempo y velocidad récord, nunca antes registrado en algunas zonas que sufrieron directamente sus efectos, dejó un paisaje desolador con viviendas, negocios e infraestructuras completamente destruidos bajo los escombros.

La devastadora tormenta del viernes recorrió más de 400 kilómetros por gran parte del Medio Oeste y el Sur del país, cruzando un total de seis estados, dejando a su paso daños irreparables. En una de las zonas más afectadas, en el Estado de Kentucky, uno de los 40 tornados registrados se desplazó a más de 350 kilómetros por hora, arrasando con todo lo que encontró a su paso.

Desde Misuri hasta Kentucky, cuyo gobernador, Andy Beshear, pronostica que cerca de un centenar de personas han perdido la vida a causa de las tormentas. “Éste ha sido el evento de tornados más devastador en la historia de nuestro estado”, reconoció Beshear. “El nivel de devastación es diferente a todo lo que he visto antes”, añadió.

El mayor número de fallecidos se produjo en la pequeña localidad de Mayfield, en Kentucky, donde 110 personas trabajaban de turno de noche en una fábrica de velas que quedó totalmente destrozada bajo la tempestad, así como una nave industrial de Amazon en Illinois, que colapsó por las fuertes rachas de viento y lluvia y donde, además, el paso de múltiples tornados desprendió el techo del recinto, dejando un balance de al menos seis víctimas mortales.

Sin electricidad

El desolador paisaje de destrucción también ha dejado a cientos de miles de familias de los seis estados afectados sin electricidad, mientras las labores de búsqueda y rescate se centraban durante todo el fin de semana en recuperar el mayor número de víctimas en el menor tiempo posible para tratar de salvar a las personas sepultadas bajo los escombros. Otro cerca de medio millón de estadounidenses, incluyendo Estados colindantes como Michigan y Ohio, también perdieron acceso a la energía del sistema meteorológico en expansión.

Equipos de expertos en emergencias y desastres naturales de todo el país trabajaban sin descanso y a contrarreloj en la localización de supervivientes bajo los destrozos desde que el viernes, cuando las mortíferas tormentas destruyeron gran parte de lo que encontraron a su paso.

Decenas de personas murieron en los seis Estados afectados por el paso de los tornados, según confirmó Bill Bunting, el jefe de operaciones del Centro de Predicción de Tormentas. Aunque este fin de semana, horas después de las trágicas tormentas, todavía resultaba difícil calcular los daños y contabilizar las víctimas. Al propio gobernador de Kentucky, después de recorrer algunos de los lugares más afectados de su Estado, le resultó casi imposible describir la magnitud del daño y desperfectos. “Es el tornado más devastador de la historia de Kentucky”, declaró Beshear a los medios de comunicación.

Las tormentas y los históricos tornados del viernes desmenuzaron, durante cientos de kilómetros de recorrido, material como hierro y metal como si se tratara de papel, derribando edificios de hormigón, arrollando robustos trenes de carga fuera de las vías férreas, levantando inmensos techos de naves industriales y arrancando miles árboles de raíz.

Turno mortal

En la fábrica de velas de Mayfield, la zona de Kentucky más afectada por la tragedia, más de un centenar de personas trabajaban en el interior durante el turno de noche cuando impactaron los tornados arrasando con todo y dejando una catastrófica situación de pánico y destrucción. En Illinois, el almacén en Amazon destruido, las paredes de ambos lados se doblaron hacia adentro y el edifico entero colapsó. “Estas paredes están hechas de cemento de más de 4 centímetros de espesor y tiene alrededor de 12 metros de alto, por lo que cayó mucho peso”, confirmó el jefe de los bomberos. Al menos seis personas murieron sepultadas bajo la nave industrial.

El presidente de EEUU compareció en directo el sábado por la tarde desde Delaware, donde pasada el fin de semana junto a la primera dama Jill Biden en su residencia familiar, anunciando la puesta en marcha de recursos federales y confirmando que su Administración haría “todo lo posible para ayudar” a los estados que habían sufrido las graves consecuencias del brote de tornados.

“Es probable que éste sea una de las irrupciones de tornados más grandes de nuestra historia”, afirmó Biden. “Es una tragedia. Es una tragedia y todavía no sabemos cuántas vidas se han perdido ni la magnitud del daño. Quiero enfatizar lo que dije a todos los gobernadores: el gobierno federal hará todo, todo lo que pueda para ayudar”, recalcó, confiando que tiene previsto visitar la zona afectada esta semana, una vez que se asegure que su visita “no obstaculizará el rescate y la recuperación” de las zonas afectadas por los devastadores tornados.