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A-10

El poderoso y bestial avión de combate A-10 podría salvarse de la jubilación: esto es lo que propone el Senado

Un proyecto de ley del Senado podría salvar a los icónicos A-10 Warthog de su jubilación anticipada

El poderoso y bestial avión de combate A-10 podría salvarse de la jubilación: esto es lo que propone el Senado Wikimedia Commons

Durante décadas, pocos aviones han generado tanto debate en los pasillos del Pentágono como cierta aeronave de ataque conocida por su distintivo rugido. Su destino ha oscilado entre planes de jubilación y extensiones de servicio, convirtiendo cada ciclo presupuestario en una nueva batalla política.

Mientras las fuerzas armadas buscan modernizar sus flotas con tecnología de última generación, algunos veteranos del aire continúan demostrando su valor en conflictos contemporáneos. Sus defensores argumentan que décadas de experiencia operacional no pueden reemplazarse fácilmente con sistemas más nuevos.

Ahora, una nueva propuesta legislativa amenaza con alterar los planes de retiro que la Fuerza Aérea había trazado cuidadosamente. El Congreso parece decidido a imponer condiciones estrictas antes de permitir que ciertos activos aéreos abandonen definitivamente las filas militares.

El Congreso frena la jubilación del legendario A-10 Warthog


Una propuesta del Senado estadounidensepodría mantener en servicio activo a varios A-10 Thunderbolt II más allá de lo inicialmente planificado, según apuntan desde Defense News. Esta medida forma parte del proyecto de Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2026, presentado por el Comité de Servicios Armados del Senado.

Bajo esta nueva normativa, la Fuerza Aérea tendría que demostrar categóricamente que cualquier aeronave sustituta puede igualar las capacidades operacionales del Warthog. Específicamente, deberían certificar que los aviones de reemplazo mantienen la misma efectividad en apoyo aéreo cercano, incluyendo operaciones desde pistas austeras y cobertura persistente sobre fuerzas terrestres.



Desde los años 70, este robusto avión de ataque ha sido pilar fundamental en misiones de apoyo aéreo cercano. Sin embargo, la Fuerza Aérea ha intentado repetidamente retirarlo del servicio, argumentando que aeronaves más modernas como el F-35 Joint Strike Fighterpueden desempeñar las mismas funciones con mayor versatilidad.

No obstante, el A-10 mantiene un apoyo considerable del Congreso, especialmente entre legisladores que consideran irreemplazables sus capacidades específicas para asistir tropas terrestres. Muchos argumentan que ningún otro avión puede igualar su especialización en combate cercano y su resistencia en entornos hostiles.

Esta propuesta legislativa efectivamente postergaría la jubilación del Warthog hasta que la Fuerza Aérea pueda comprobar que sus sustitutos igualan completamente sus prestaciones. Probablemente significaría mantener al menos parte de la flota operativa considerablemente más tiempo del previsto inicialmente.

Por ahora, la Fuerza Aérea no ha emitido comentarios oficiales sobre esta propuesta. Además, la versión senatorial del NDAA deberá reconciliarse con la correspondiente de la Cámara de Representantes antes de convertirse en legislación definitiva.