Internacional

Los soldados estadounidenses vuelven a Filipinas después de 30 años

Filipinas se decanta definitivamente por su alianza con Estados Unidos para defender sus derechos territoriales frente a la expansión china

Barcos de la Marina de Estados Unidos en el Pacífico
Barcos de la Marina de Estados Unidos en el PacíficoAgencia EFE

La supremacía naval en el Pacífico de la que Estados Unidos había disfrutado desde el final de la Segunda Guerra Mundial y la derrota definitiva del Imperio Japonés hoy está en entredicho. China está haciendo una apuesta muy grande por el desarrollo de sus capacidades armamentísticas y en Washington ya han saltado todas las alarmas. Tanto es así que ahora las Fuerzas Armadas de Estados Unidos vuelven la mirada hacia sus antiguos enclaves estratégicos en la región, como es el caso de Filipinas.

Barcos de la Armada china
Barcos de la Armada chinaPLA NavyPLA Navy

Un país entre dos gigantes

La victoria electoral de Ferdinand Marcos Jr. el mes de mayo del pasado añopudo haber supuesto un grave traspié para los intereses de Washington en el Pacífico. El presidente filipino es hijo de Ferdinand Marcos y de Imelda Marcos, la pareja presidencial que pasó a la historia por los más de 10.000 millones de dólares que consiguieron amasar durante los 20 años de su régimen, una cleptocracia famosamente simbolizada por la colección de 3.000 pares de zapatos de la primera dama.

El regreso de la familia Marcos al poder podría suponer ahora la elusión de sus obligaciones para con el pueblo filipino. Obligaciones señaladas en más de una decena de sentencias en su contra, más de 40 casos abiertos por corrupción y unos 3.900 millones de dólares adeudadoscon el erario público del país.

Además de todo lo anterior, la familia Marcos también tiene una deuda de 353 millones de dólares en Estados Unidos a raíz de una sentencia desfavorable en 2012 emitida por el Noveno Circuito del Tribunal de Apelaciones de EEUU, para compensar a las víctimas de violaciones de los derechos humanos durante los años de Marcos senior.

Pese a todo lo anterior, los filipinos eligieron a “Bongbong” Marcos con algo menos del 60% de los votos (el doble que la siguiente candidata en la liza) y las relaciones entre Estados Unidos y Marcos Jr. no parecen haberse resentido como consecuencia de la abierta violación de la orden judicial estadounidense.

Imelda Marcos y parte de su famosa colección de zapatos.
Imelda Marcos y parte de su famosa colección de zapatos.GtresLa Razón

De hecho, durante la visita a Filipinas de la vicesecretaria de Estado estadounidense, Wendy Sherman, el pasado 9 de junio de 2022, ya aclaró que Marcos Jr. no sería detenido al pisar territorio de EEUU pese a la sentencia que pesa en su contra. Al fin y al cabo, es tan innegable que Marcos Jr. necesita buenas relaciones con Estados Unidos como que Estados Unidos necesita tener unas buenas relaciones con la nueva administración filipina.

Desde la Casa Blanca no quieren que se repita aquel momento de pánico que tuvo lugar cuando Rodrigo Duterte (el anterior mandatario) anunció su distanciamiento con Estados Unidos para acercar posturas con China. Un gesto que tampoco fue buen recibido por el pueblo filipino, que se siente insultado por la agresiva política expansionista de Beijing sobre varias islas y atolones filipinos en el Mar de China Meridional que el gigante reclama como propios. Finalmente Duterte terminó reculando y recomponiendo su política exterior en torno a la tradicional alianza con Estados Unidos.

Al comienzo de su gobierno, Marcos Jr. se mostraba reticente a tomar partido de una forma tajante y absoluta por alguno de los bandos, consciente de que un mal gesto podría ser interpretado como desdén por cualquiera de ellos. “Si dejas que Estados Unidos entre, conviertes a China en tu enemigo”, explicó en DZRH, una cadena de radio local.

El presidente filipino Ferdinand Bongbong Marcos Jr. saluda a la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris durante una reunión en el palacio presidencial de Malakanang en Manila
El presidente filipino Ferdinand Bongbong Marcos Jr. saluda a la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris durante una reunión en el palacio presidencial de Malakanang en ManilaELOISA LOPEZ / POOLAgencia EFE

Con respecto a la disputa territorial que su país mantiene con Pekín también explicó: "Creo que podemos llegar a un acuerdo (con China). De hecho, la gente de la embajada china son mis amigos. Hemos estado hablando de eso". Una postura que algunos consideraron debilidad (e incluso traición). Porque se daba después de que un tribunal arbitral constituido bajo el Derecho Internacional del Mar fallase a favor de los derechos de Filipinas sobre todos los territorios reclamados por China.

En los últimos meses, la tensa paz que se había instalado alrededor del asunto territorial llegó a su fin y a la par que Pekín tomaba la temperatura del agua avanzando posiciones sobre Taiwán, otra zona de tensión diplomática que también implica indirectamente a su pulso con Estados Unidos, también hacía lo propio sobre el Mar de China Meridional.

Esta situación empujó a que Marcos Jr virase definitivamente su política exterior hacia la Casa Blanca: "Continuamos mirando hacia EEUU para una alianza duradera y el mantenimiento de la paz en la región", decía el presidente filipino tras la firma de un acuerdo que aseguraba la construcción de cuatro nuevas bases militares estadounidenses en el país, así como la renovación de otras cinco bases filipinas a las que las fuerzas estadounidenses también tendrán acceso. De forma que puedan servir como elemento disuasorio contra la presión china.

La Guardia Costera de Filipinas dice que un barco de la Guardia Costera china apuntó un láser a un barco filipino en el Mar de China Meridional
La Guardia Costera de Filipinas dice que un barco de la Guardia Costera china apuntó un láser a un barco filipino en el Mar de China MeridionalGuardia Costera Filipinas

Así se reanuda la presencia militar estadounidense en el archipiélago, algo que no sucedía desde el final de la Guerra Fría pero que había sido la norma durante los 100 años anteriores, desde que Estados Unidos aprovechase la emergencia de grupos independentistas para involucrar a Filipinas en la Guerra hispano-estadounidense en 1898 y el archipiélago pasase ser -de forma informal- un territorio colonial de EEUU, como lo serían también a partir de entonces Cuba o Puerto Rico.

El pasado 2 de febrero, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, respondió en una sesión informativa en China que el fortalecimiento del ejército estadounidense en la región estabaaumentando las tensiones y poniendo en riesgo la paz y la estabilidad: “Los países de la región deben permanecer alerta y evitar ser coaccionados o utilizados por Estados Unidos”, concluyó.