Francia

Los Juegos Olímpicos de París, bajo la amenaza de la yihad

Francia refuerza la seguridad ante el temor a una acción coordinada entre el Estado Islámico y radicalizdos internos

Los Juegos de París, en peligro por el robo de un USB
Los Juegos de París, en peligro por el robo de un USB .

Jean Marc y su hijo pequeño acudían el pasado miércoles por la tarde al Parque de los Príncipes para presenciar el partido de cuartos de la Champions entre PSG y FC Barcelona. “Nunca nos han revisado tanto al entrar, casi al detalle. Había un perímetro de seguridad antes de acceder y mucha vigilancia” relata. El autodenominado grupo Estado Islámico había amenazado en las horas previas para atentar en alguno de los estadios donde se celebraban los partidos de la jornada.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunciaba antes del choque un dispositivo muy reforzado de seguridad. Drones, patrullas, perímetros. El gobierno francés sabe que no puede permitirse fallos de seguridad a cien días de los Juegos Olímpicos y partidos como éste son una forma de ensayo para la gran vitrina internacional que supondrán los Juegos.

Unas Olimpiadas que se celebrarán en un contexto de fuerte crispación internacional con las guerras de Oriente Próximo y de Ucrania y un doble tipo de amenaza, tanto endógena como exógena, que se ha transformado en un rompecabezas para las fuerzas del estado aún con más incertidumbres desde el atentado en Moscú por parte de la filial del Jorasán del Estado Islámico.

Los expertos coinciden en que los Juegos son un espectáculo universal con audiencias que pueden superar los cientos de millones. Algo que los convierte en un escenario muy apetitoso para la propaganda terrorista. La hemeroteca nos muestra que hay antecedentes de ello como en Múnich 1972 cuando once miembros del equipo olímpico israelí fueron tomados como rehenes y asesinados por un comando del grupo terrorista palestino Septiembre Negro.

En este sentido, "todas las miradas se centran en la ceremonia de inauguración al presentar un elevado riesgo al celebrarse, por primera vez, fuera de un estadio y en un recorrido tan emblemático como el curso del Sena", relata para LA RAZÓN Ana Ospina, analista deportiva que cubre los grandes eventos en Francia.

Las delegaciones de los países desfilarán en barcas por el cauce del Sena durante un trayecto de algo más de cinco kilómetros que separan la catedral de Notre Dame, cuya fachada ya lucirá lista para la ocasión tras cinco años de obras tras el fatal incendio de 2019, y los otros grandes símbolos de la capital francesa como el Louvre, la Torre Eiffel o los míticos puentes.

“Si la amenaza evolucionase, disponemos de escenarios de repliegue”, decía el presidente Macron hace unos días en la presentación del Centro Acuático, una de las infraestructuras construidas para la cita olímpica. Macron hacía referencia a un supuesto Plan B por si algo falla a última hora o existiese algún riesgo difícil de amortiguar. En esos escenarios posibles llevan meses trabajando los servicios de inteligencia franceses junto al ministro del Interior, Gérald Darmanin.

De hecho, ya se han reconfigurado algunas cifras a la baja. La ceremonia de apertura, prevista inicialmente para 600.000 personas a orillas del Sena, ha quedado reducida a 300.000. También el número de barcos para atletas se ha visto considerablemente reducido: de 160 programados a 94 en la actualidad. El despliegue en la ceremonia será espectacular con 45.000 policías y gendarmes y todos los asistentes tendrán que someterse a varios filtros de controles.

Una amenaza clara pero difusa

Hay una evidencia poco evidente: la amenaza es clara pero poliforme y difusa. La mayoría de los miembros del ISIS-K tienen relación con ex repúblicas soviéticas de mayoría musulmana pero su estrategia de expansión hacia Europa Occidental es apreciable desde hace meses. Y esto les puede llevar a tender puentes con la amenaza endógena francesa, los radicalizados internos, que son los que en los últimos meses han conseguido puntualmente atentar en Francia con episodios mucho más separados en el tiempo que los de los años 2015 o 2016, pero casi como un goteo constante en ataques en colegios o lugares turísticos.

Por ello el Ministerio del Interior galo está revisando una a una la identidad y los antecedentes de los cientos de miles de voluntarios que se han presentado como candidatos a voluntarios para los Juegos. Varios cientos de personas ya han sido apartadas en la criba por distintos motivos, algunos estaban fichados.

La otra gran amenaza, paradójicamente, es la que recibió el atentado de hace dos semanas: Rusia. Las autoridades francesas se preparan para ciberataques rusos o campañas de desinformación. En este sentido, un gran equipo de ingenieros trabaja con la inteligencia francesa para abortar ataques a un conjunto de puntos sensibles que son dianas tecnológicas en los Juegos: desde sistemas de acceso a instalaciones, cronometrajes, arbitrajes, sistemas de transporte o logística.

“Las operaciones de sabotaje son a las que hemos dedicado más energía para estudiar diversos escenarios” confiesa Franz Regul, responsable de seguridad en sistemas de información para París 2024 en las páginas del diario Le Monde.

Con la villa olímpica y la mayoría de estadios e infraestructuras ya listas a cien días de la cita olímpica, la seguridad es le gran reto por el que pasa el éxito de estos Juegos que pondrán a prueba todos los resortes de los servicios de inteligencia del estado francés.