Guerra en el mar
Polonia podría ceder a Ucrania sus misiles antibuque NSM de defensa costera para atacar barcos rusos en el Mar Negro
Actualmente, Varsovia dispondría de dos Escuadrones de Misiles Costeros, cada uno con dos baterías, que contienen tres lanzadores capaces de transportar cuatro misiles cada uno
Medios polacos informa de que Polonia y Ucrania estarían negociando la transferencia de sistemas avanzados de defensa costera entre los cuales destacaría el misil NSM, que podría llegar al Gobierno de Kyiv a través de fondos de la Unión Europea, lo que permitiría a Varsovia reponer su stock de este tipo de proyectiles.
Actualmente Polonia dispondría de dos Escuadrones de Misiles Costeros, cada uno con dos baterías, que contienen tres lanzadores capaces de transportar cuatro misiles cada uno, respaldados por vehículos avanzados de comando y control de incendios.
El Cuerpo de Marines de EE. UU., Rumania y Letonia también disponen de este sistema de defensa. Polonia comenzó a utilizar el sistema NSM en 2008 y recibió el primer sistema en 2012. Esta compra fue una decisión estratégica que mejoró enormemente las capacidades de defensa costera de Polonia.
En 2014, Polonia invirtió 173,5 millones de dólares en su segundo sistema NSM, que fue entregado en 2017. Los contratos incluyeron acuerdos de compensación y transferencia de tecnología, que beneficiaron a la industria de defensa polaca. A través de estos acuerdos, la industria polaca, incluida Wojskowe Zakłady Elektroniczne, mejoró significativamente. Adquirieron experiencia en el mantenimiento del sistema NSM y sus misiles.
El NSM es un misil de ataque de precisión avanzado de quinta generación creado por la empresa noruega Kongsberg Defense Systems y es una actualización del misil antibuque Penguin anterior. A fines del pasado siglo, Noruega buscó desarrollar un misil antibuque superior al AGM-119 Penguin AShM capaz de atacar desde largas distancias y que pudiera también dispararse contra objetivos terrestres.
Se trata de un misil de medio alcance, unos 185 kilómetros, muy flexible, con capacidades furtivas avanzadas, y diseñado para ser utilizado en entornos costeros y marítimos. Su objetivo principal es proporcionar una capacidad efectiva de ataque a objetivos navales y terrestres en distancias moderadas. Según especifica el fabricante, cuentan con una “excelente” capacidad de penetración frente a los sistemas de defensa aéreos del enemigo y es capaz de sobrevolar a muy baja altura el mar y a ras de suelo en tierra.
Puede ser lanzado desde una amplia variedad de plataformas, alcanza velocidades subsónicas altas, tiene una longitud de 3,96 metros y pesa 407 kg, de los que 120 se corresponden con la cabeza de combate que puede ser de alto explosivo o de fragmentación. Su sistema de reconocimiento autónomo de objetivos, ATR, emplea un buscador infrarrojo de alta resolución y una base de datos para identificar el buque objetivo y proporcionar el mejor punto de impacto al misil, evitando las advertencias de radiofrecuencia y resistiendo las tácticas de interferencia de RF.
En la primera fase del lanzamiento emplea un cohete de combustible sólido que se encarga del impulso inicial, tras lo que un motor turbofan Microturbo TRI 40, que no produce humo, le lleva hasta su objetivo. El misil emplea sistemas de navegación por GPS, inerciales y TERCOM que utiliza referencias del terreno para guiar su trayectoria.
La alta tasa de supervivencia del misil, su capacidad para sortear las defensas enemigas, se apoya en el uso de sensores pasivos, una baja firma radar e infrarroja que dificulta su detección y la capacidad de realidad maniobras de altos Gs al acercarse al objetivo.
Ahora, podría llegar a ser un recurso importante para Ucrania, sobre todo si quiere golpear a los buques de guerra rusos en el Mar Negro. Su tecnología le permite minimizar la sección transversal del radar para reducir la detección temprana, lo que le da a Kyiv una ventaja táctica. A medida que se acerca a su objetivo, el NSM exhibe movimientos impredecibles para evadir los sistemas de defensa aérea enemigos.
Desde su puesta en marcha se ha convertido en el arma principal de las fragatas y corbetas de costa de la Armada noruega y se encuentra, o va a estarlo, en los arsenales de 12 países, incluyendo a España, que lo ha comprado para sus fragatas de la clase F-100 y de la futura F-110, actualmente en construcción, pero en principio no tiene previsto incorporarlo para defensa costera.
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