Crisis en Downing Street

Sunak se enfrenta a una rebelión en sus filas por su polémico plan migratorio

El ala dura del Partido Conservador amenaza de nuevo con amotinarse en la discusión de enmiendas del «Plan Ruanda»

El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak 18/10/2023
El primer ministro británico, Rishi Sunak, abandona Downing StreetEuropa Press/Contacto/Tayfun SalEuropa Press

Rishi Sunak tenía dudas importantes sobre el polémico plan para enviar a Ruanda a los inmigrantes llegados por vías irregulares durante su etapa como titular del Tesoro. Documentos internos filtrados a la BBC revelan que no creía que esa fuera la forma más efectiva para detener a las pateras que cruzan el Canal de la Mancha. Y, sin embargo, ahora que está en Downing Street, ha hecho del «Plan Ruanda» la pieza central de su mandato consciente de la importancia que la cuestión migratoria tiene para su partido y el electorado en un año crucial.

Tras más de trece años en el poder, todos los sondeos vaticinan el fin de la era tory en los comicios previstos para la segunda mitad de 2024. Los conservadores se encaminan a una aniquilación electoral de la magnitud de su derrota en 1997 ante los laboristas, según la última encuesta de YouGov, que predice el mayor colapso del apoyo a un partido gobernante desde 1906, con un cambio del 11,5% de los votos hacia la oposición.

El pasado mes de diciembre, tras días de máxima tensión, Sunak consiguió mantener vivo su controvertido proyecto de ley migratorio, pese a la abstención del núcleo duro de la formación, en una votación que se había convertido en la práctica en una moción de confianza sobre su gestión como primer ministro.

Pero este martes, cuando el proyecto de ley vuelve a la Cámara de los Comunes para discutir las enmiendas, el ala dura del Partido Conservador vuelve a la carga con serias amenazas de rebelión que ponen contra las cuerdas a un líder cada vez más desacreditado. Más de 30 diputados del núcleo duro respaldan los planes que dificultarían aún más a los inmigrantes apelar contra la deportación. Pero en caso de ceder a sus demandas, los moderados también llevarían a cabo su propia revuelta por lo que Sunak está completamente atrapado. Aterrados por las encuestas, los parlamentarios tories harán lo imposible por intentar salvar su escaño.

El polémico plan migratorio fue inicialmente anunciado en abril de 2020 por el entonces premierBoris Johnson. Pero ningún avión ha conseguido despegar aún con destino a Ruanda por la intervención de la justicia. A finales del año pasado, el Tribunal Supremo de Reino Unido siguió los pasos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos oponiéndose a la medida al considerarla ilegal.

Sunak tuvo que cerrar entonces un nuevo pacto con Kigali con modificaciones para asegurar que «las personas desplazadas a Ruanda no correrán el riesgo de ser devueltas a un país donde su vida o su libertad se vean amenazadas». Pero el nuevo proyecto de ley no convence a los diferentes grupos de su formación, por razones distintas. Mientras que los moderados consideran que se va demasiado lejos, el núcleo duro reclama que sacar a Reino Unido de la Convención Europea de Derechos Humanos es la única vía de evitar que la política de deportaciones vuelva a ser obstaculizada por los jueces.

No es el único desafío que Sunak tiene a corto plazo en este año clave. El premier ha decidido convocar lo más rápido posible dos elecciones parciales con las que se da prácticamente por hecho que los tories perderán su escaño. Las by election de Wellingborough y Kingswood se celebrarán a mediados de febrero. La primeras tienen lugar después de que el parlamentario conservador Peter Bone se viera obligado a dimitir después de que una investigación confirmara las acusaciones de intimidación y conducta sexual inapropiada contra un miembro de su equipo.

Han cobrado interés adicional por la decisión de los conservadores de elegir a la pareja de Bone, la concejal Helen Harrison, como su candidata. La segunda contienda fue provocada por la renuncia del exsecretario de Estado de Energía Chris Skidmore en protesta por el plan de Sunak de promover la extracción de petróleo y gas en el Mar del Norte.

Sunak ha perdido cuatro escaños conservadores en elecciones parciales desde que asumió el cargo como primer ministro en octubre de 2022, lo que confirma la fortaleza de la oposición laborista, que saca hasta 18 puntos de ventaja en las encuestas.

Con la estrategia de convocar cuanto antes las próximas dos by election, Sunak espera que la esperada derrota para su formación pueda olvidarse rápidamente antes de que se presenten los Presupuestos Generales el próximo 6 de marzo, lo que se considera un momento preelectoral crucial.

Operación en el mar Rojo

Londres ha confirmado un nuevo ataque con un misil a un barco británico frente a la costa de Yemen que se suma a otro con un misil balístico disparado por milicianos hutíes a un buque portacontenedores estadounidense. Los insurgentes, respaldados por Irán, han declarado una «guerra abierta» contra Londres y Washington tras la una ofensiva internacional por los ataques a la navegación en el mar Rojo.

El premier Rishi Sunak ha asegurado desde Westminster que los bombardeos fueron «un último recurso» después de una «larga y extenuante actividad diplomática» y advirtió de que «Reino Unido no dudará en proteger la seguridad [de sus embarcaciones] cuando sea necesario», por lo que, con la situación en Gaza como trasfondo, la escalada militar amenaza con ampliar el conflicto bélico de la región.