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La exposición que homenajea al neón de Schweppes de Madrid
El luminoso es mucho más que un cartel. Lleva en lo alto del Carrión desde 1972 y su instalación tiene mucho de simbólico
Cumplió el pasado agosto 50 años, y ahí lleva desde entonces, incólume, impasible, como un testigo mudo y a color desde sus 37 metros de altura. El luminoso de Schweppes es mucho más que un cartel publicitario. Lleva en lo alto del edificio Carrión desde septiembre de 1972, y su instalación tiene mucho de simbólico. El país entraba por aquel entonces en una imparable ola de modernidad, y deseaba formar parte de la sociedad del bienestar que ya abanderaban sus vecinos europeos más avanzados. Por eso, cuando al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón le dio la neura de dejar Madrid sin neones, en 2010, solo este, el de Tío Pepe y alguno más se salvaron de la quema del entonces alcalde (hoy, los ecologistas alabarían el gesto, que entonces no tuvo afán verde, sino estético).
«Ilumina Madrid»
La cosa es que la firma de tónicas quiere agasajar a la ciudad por el cariño que le tienen a su cartel, y organiza una exposición en el Espacio Cultural Serrería Belga con 50 imágenes en las que se puede ver el profundo cambio de la ciudad, y de sus habitantes, en estas cinco décadas, con el luminoso como faro de este devenir apasionante. Del 13 al 20 de diciembre, de manera gratuita, podrán contemplar estas hermosas instantáneas y ponerse nostálgicos en la muestra «Ilumina Madrid». La comisaria de la exposición, Lucía Laín, ha buceado en importantes archivos públicos, así como en varias colecciones privadas, para seleccionar medio centenar de imágenes que ilustraran ese cambio profundo de la vida y de la gente a los pies del neón. Hay instantáneas de fotógrafos tan conocidos como Martín Santos Yubero, Nicolás Muller, Luis Vioque o Carmenchu Alemán. De hecho, la exposición arranca en los primeros años de los 50, para mostrar una Gran Vía ya poblada de rótulos, en permanente movimiento, con caballeros con sombreros y señoras con faldas amplias y recatadas. Los buenos aficionados a la coctelería sabrán que la llegada a España de la tónica Schweppes, en 1957, trajo consigo infinitas posibilidades para los barmans. En la exposición, de hecho, se puede ver una imagen de Chicote, coctelería emblemática que en los años 60 rivalizaba con Pasapoga.
Los 80
A medida que se avanza en los años, las faldas de acortan, las chicas y los chicos alternan hasta más tarde, y el luminoso de Schweppes ya luce en lo alto del Carrión. Los años 80, eternamente de moda, arrojan un cambio singular en aquella ciudad que acogió, dichosa, la llegada de la modernidad, del consumo y de las libertades. Una imagen tiene especial protagonismo, y la firma Jesús Peraita: la de un joven Pedro Almodóvar acompañado de Fabio McNamara y de una Alaska de rostro virginal. Por supuesto, no falta fotograma de El día de la bestia, con Santiago Segura, Álex Angulo y Armando de Razza colgando del neón en una escena memorable. ¿No la han visto? Es pelín irreverente, pero esta cinta de Álex de la Iglesia es tronchante (y uno de esos ejemplos de que en 1995 se hacían cosas que, probablemente, ya no se podrían hacer en 2022).
Entre barra y redes
La expo tiene, además, una barra en la que se puede tomar una tónica fresquita o alguna de las referencias sin alcohol de Schweppes. Además, han instalado una reproducción parcial del luminoso real, donde los asistentes podrán colgarse o posar como lo deseen. Como hay un chroma, un técnico generará digitalmente una imagen que les situará en lo alto de nuestro neón más querido. Y podrán colgarlo en su muro de Facebook, en Instagram y hasta en Mastodon, que seguro que ya tienen cuenta si, como miles de personas, le quieren hacer la peineta a la red social del pajarito y a su controvertido propietario.
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