Alimentación saludable
La verdura de temporada que ayuda a reducir las arrugas y pocos la conocen
Con la llegada del otoño, un ingrediente humilde tiene un poder oculto: su consumo regular podría contribuir a mantener la piel joven y firme, según la ciencia

El otoño hace casi ya un mes que llegó a España y poco a poco van llegando el clima y las temperaturas que solo aparecen en esta época del año. También, después de verano, dejamos de consumir ciertas frutas de temporada y a la vez se consumen otros productos más ligados a esta época.
Entre ellos, hay uno que a menudo pasa desapercibido, pese a ser un tesoro nutricional. Su sabor intenso y su textura carnosa lo han convertido en un favorito de la cocina, sobre todo entre quienes buscan alternativas vegetales a la carne. Pero más allá de su valor gastronómico, este alimento encierra un potencial sorprendente: puede ayudar a ralentizar el envejecimiento celular y reducir la aparición de arrugas.
El alimento del otoño que ayuda a reducir las arrugas
Durante años, su reputación ha estado ligada principalmente a su versatilidad en la cocina y a su bajo aporte calórico. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que sus propiedades van mucho más allá. Este alimento otoñal se refiere a los hongos y setas comestibles es una de las fuentes naturales más ricas en antioxidantes, en especial en una sustancia llamada ergotioneína, que los científicos han bautizado como una auténtica “vitamina de la longevidad”.
La ergotioneína es un aminoácido que actúa como una barrera natural frente al estrés oxidativo, el proceso por el cual los radicales libres dañan las células y aceleran el envejecimiento de la piel. Según un estudio publicado en la revista Antioxidants en 2012, este compuesto protege las estructuras celulares y contribuye a mantenerlas jóvenes durante más tiempo.
A diferencia de otros antioxidantes que el cuerpo elimina rápidamente, la ergotioneína tiene la peculiaridad de almacenarse en el organismo, prolongando su efecto protector. Esta molécula se produce de manera natural en algunos microorganismos y se concentra especialmente en los hongos comestibles, lo que convierte a este grupo de alimentos en una fuente excepcional de defensa celular.
Investigaciones posteriores, como las realizadas por la Universidad Estatal de Pensilvania (publicadas en Journal of Food Composition and Analysis, 2017), confirmaron que los hongos contienen hasta trece veces más ergotioneína que otros vegetales. Esto los sitúa en la lista de los alimentos más eficaces para combatir el envejecimiento prematuro desde dentro.
El poder de los hongos no se limita a la ergotioneína. Estas verduras de temporada también son ricas en selenio, cobre y vitaminas del grupo B, nutrientes esenciales para mantener una piel firme, elástica y luminosa.
- El selenio actúa como escudo frente al daño solar y estimula la producción de antioxidantes endógenos.
- El cobre participa en la formación de colágeno y elastina, dos proteínas clave para prevenir la flacidez.
- Las vitaminas del complejo B favorecen la renovación celular y mejoran el aspecto de la piel apagada o fatigada.
Ciertas especies, como el reishi y el maitake, utilizadas desde hace siglos en la medicina tradicional asiática, aportan además efectos antiinflamatorios y reforzadores del sistema inmunitario. Un estudio de la National Library of Medicine (2021) subraya el potencial del reishi para reducir la inflamación y el estrés oxidativo, dos factores directamente relacionados con el envejecimiento cutáneo.
Cómo incorporarlos a tu dieta
Los hongos son fáciles de integrar en la alimentación diaria. Cocinados al ajillo, en revueltos, risottos o guisos otoñales, aportan sabor y textura, además de un interesante valor proteico. Los expertos recomiendan consumirlos cocinados, ya que la cocción mejora la disponibilidad de sus compuestos bioactivos.
También se han popularizado los extractos de reishi o maitake en polvo o cápsulas, aunque su uso debe hacerse bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Más allá de su poder estético, los hongos contribuyen al bienestar general: ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, favorecen la concentración y aportan energía sin exceso de calorías. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) los ha reconocido como un superalimento sostenible, por su bajo impacto ambiental y su alto valor nutricional.
Si este otoño ves en el mercado unas setas frescas o champiñones recién recolectados, piensa que estás ante algo más que un simple acompañamiento culinario. Detrás de su aspecto sencillo se esconde un aliado poderoso para cuidar tu salud y mantener tu piel más joven por dentro y por fuera.