Salud

¿Por qué cada vez hay más casos de herpes zóster en menores de 50 años? ¿Funciona la vacuna?

Los científicos tratan de explicar hallar un porqué al aumento de casos entre personas jóvenes, al tiempo en que ponen a prueba la eficacia de la vacuna

herpes zoster varicela
El herpes zóster proviene del virus de la varicelaFreepik

Sufrir la dolorosa picazón de la "culebrilla" o el herpes zóster (el mismo virus que causa la varicela) no debe atribuirse sólo a las personas de avanzada edad. Algunos estudios realizados en Estados Unidos alertan ya del incremento de la incidencia en pacientes jóvenes, de entre 30 y 40 años. En general, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses han registrado una tendencia del aumento de casos en franjas de edad inferiores a los 50 años.

En España, más del 90% de las personas adultas han pasado la varicela en la infancia y, por lo tanto, pueden desarrollar herpes zóster en la edad adulta. Esto es porque el virus "varicella zoster" se esconde y permanece latente en ciertos nervios durante años, a veces décadas. Las personas que se vacunaron de la varicela lo tienen más difícil para contraerlo, pero su infección también es posible. Y es que la vacuna pudo dejar algún virus "tocado" que resistió en el organismo, capaz de reactivarse años después.

Así, las miradas están puestas en explicar esta nueva "ola" de herpes zóster. Algunos apuntan al aumento de los niveles del estrés diario, otros al incremento de la temperatura. Hay quienes optan por examinar cómo afectó la introducción de la vacunación contra la varicela (que tuvo lugar a principios de los 2000), a las terapias antivirales o al cambio en la prevalencia de personas inmunocomprometidas.

El resto de miradas están puestas en dar con una solución. Y, en ambos sentidos, acaba de publicarse un nuevo y riguroso estudio publicado en la prestigiosa revista The BMJ, que examinó la eficacia a largo plazo de la vacuna viva contra el herpes zóster, que suele recomendarse a adultos mayores de 50 años y mayores de 19 años con un sistema inmunitario debilitado. ¿Lo bueno? El trabajo proporciona resultados muy valiosos sobre la necesidad de dosis de refuerzo y cuál es el mejor momento de administrarlas.

Según los hallazgos de la investigación, la eficacia de la vacuna viva contra el herpes zóster (culebrilla) es máxima durante el primer año tras la vacunación, aunque luego "disminuye considerablemente". Sin embargo, sigue proporcionando cierta protección contra el herpes zóster y sus complicaciones diez años después de la vacunación, incluso en pacientes con un sistema inmunitario debilitado.

¿Qué es el herpes zóster?

El herpes zóster, comúnmente conocido como culebrilla, es una erupción dolorosa causada por la reactivación del virus de la varicela. Es mucho más frecuente entre las personas mayores de 60 años y las que tienen un sistema inmunitario debilitado, y puede dar lugar a complicaciones discapacitantes.

Además de la erupción, la culebrilla puede provocar fiebre, dolor de cabeza, escalofríos o dolor de estómago. En raras ocasiones, una infección de culebrilla puede causar complicaciones como neumonía, problemas de audición, ceguera o inflamación en el cerebro. El último caso conocido fue el del cantante Justin Bieber, que contrajo un brote de culebrilla que afectó a su nervio facial, cerca de los oídos, le provocó parálisis facial y pérdida auditiva en el oído afectado.

Pérdida de visión o parálisis facial: las graves complicaciones del herpes zóster
Pérdida de visión o parálisis facial: las graves complicaciones del herpes zóster

La complicación más frecuente de la culebrilla es un dolor neurálgico prolongado denominado neuralgia posherpética (NPH). Se trata de un dolor en los nervios y la piel, que se presenta en el área de la erupción y puede durar por meses o años después que desaparezcan las manchas.

Por su parte, la vacuna viva contra el zóster fue la primera vacuna contra el herpes zóster y más de 50 millones de personas la han recibido en todo el mundo. Actualmente, no se recomienda para personas con un sistema inmunitario debilitado y ya no se utiliza en EE UU, pero se ha seguido utilizando en otros países, como el Reino Unido y Australia. Sin embargo, faltan estimaciones de su eficacia a largo plazo basadas en datos reales.

Resultados del estudio sobre la vacuna del herpes zóster

Para solucionar este problema, los investigadores utilizaron datos de un gran proveedor sanitario estadounidense para determinar la eficacia a largo plazo de la vacuna viva contra la infección por herpes zóster, el ingreso hospitalario por herpes zóster, la neuralgia postherpética (dolor duradero en la zona de la erupción) y el herpes zóster oftálmico (erupción en el ojo o alrededor de él).

Sus conclusiones se basan en los datos de algo más de 1,5 millones de adultos mayores de 50 años que cumplían los requisitos para recibir la vacuna viva contra el zóster. De ellos, 507.444 (34%) fueron vacunados durante el periodo de estudio, del 1 de enero de 2007 al 31 de diciembre de 2018. Entre los 75.135 casos de herpes zóster, 4.982 (7%) desarrollaron neuralgia postherpética, 4.439 (6%) tuvieron herpes zóster oftálmico y 556 (0,7%) fueron hospitalizados por herpes zóster.

Para cada resultado, la eficacia de la vacuna fue máxima en el primer año tras la vacunación y disminuyó sustancialmente con el tiempo. Así, el estudio concluye que la eficacia de la vacuna en el primer año fue del 67% frente a la infección por herpes zóster, del 83% frente a la neuralgia postherpética, del 71% frente al herpes zóster oftálmico y del 90% frente al ingreso hospitalario por herpes zóster.

Sin embargo, y contra el herpes zóster, la eficacia de la vacuna disminuyó al 50% en el segundo año, al 27% en el octavo año y al 15% al cabo de 10 años. La eficacia de la vacuna contra el herpes zóster oftálmico fue similar. Contra la neuralgia postherpética y el ingreso hospitalario, la eficacia de la vacuna empezó siendo mayor y también disminuyó, pero siguió confiriendo una protección sustancial durante varios años (41% al cabo de 10 años para la neuralgia postherpética y 53% de 5 a 8 años para el ingreso hospitalario).

En general, la eficacia de la vacuna fue similar en los subgrupos definidos por edad, sexo, raza o etnia, o estado de inmunocompromiso en el momento de la vacunación. Los investigadores no se olvidan de añadir que se trata de resultados observacionales. Sin embargo, se trata de un estudio bien diseñado, basado en datos sanitarios de alta calidad, que utilizó métodos innovadores para examinar la duración real de la protección de la vacuna, y los resultados son en general coherentes con los de los ensayos aleatorios y otros estudios observacionales.

Esta nueva y oportuna investigación contribuirá a mejorar los programas de vacunación contra el herpes zóster, proporcionando información nueva y valiosa sobre la necesidad y el momento de administrar dosis de seguimiento o de refuerzo, tal y como afirman los investigadores en un editorial vinculado. También se suma a las pruebas de que la vacuna viva contra el herpes zóster es eficaz contra el herpes zóster en adultos inmunodeprimidos.

"También se necesitan más investigaciones para evaluar la trayectoria de la eficacia de la vacuna contra el herpes zóster y los resultados graves a lo largo del tiempo en personas con enfermedades crónicas como las renales, cardíacas y del sistema autoinmune", concluyen.