Estafas telefónicas

Cuidado con esta nueva estafa: con una sola palabra pueden acceder a tu cuenta bancaria y vaciarla en segundos

El mundo de la ciberseguridad esconde muchas trampas desconocidas para los ciudadanos de a pie y este nuevo método puede pone en un aprieto a más de uno

Evitar llamadas spam es muy difícil en España, puesto que las empresas fraudulentas utilizan cualquier técnica para estafar a los usuarios
Cuidado con esta nueva estafa: con una sola palabra pueden acceder a tu cuenta bancaria y vaciarla en segundosDreamstime

Mientras que las estafas telefónicas tendrían que estar más controladas por las autoridades gubernamentales, la realidad es que la indiferencia mostrada por las misma es el motor principal que motiva la continuidad de estos sucesos. Este conflicto nace de la falta de dureza con los ciberdelincuente con recursos como la Ley General de Telecomunicaciones. Aunque dentro de la misma las instituciones prometían reducir el número de llamadas de spam coartando a los infractores de cometer dichos actos, este acto no se ha llevado a la práctica y cada vez son más las entidad que se dedican al fraude telefónico.

Pero, sin embargo, el conflicto primero surge de los vacíos legales que deja la ley más que de la naturaleza de las mismas. Si bien el castigo que se impone llega a ser realmente severo con el delincuente, la verdad es que la lentitud de los trámites judiciales, las indecisiones legislativas y los impedimentos de la autoridad dejan fuera de juego a los correctivos legislativos. Por lo que es importante notificar sobre las nuevas informaciones, que se materializan en peligros siguiendo con esta concepción, que salen a la luz y padecen miles de personas, como es el caso que hoy nos ocupa.

En este sentido, la única solución posible pasa por nosotros, por andarnos con mil ojos y desconfiar de todo lo desconocido en el mundo digital. La mutación de estas técnicas se traduce y se propaga por todos los medios de comunicación que empleamos en el día a día. Desde los mensajes de texto y los correos electrónicos hasta la llamadas telefónicas. Incluso, en muchas ocasiones, estos engaños se producen por puro desconocimiento del sistema con el que tratamos, un simple enlace externo o un anuncio malintencionado pueden ser el causante de la pérdida de los datos personales o el vacío de nuestra cuenta bancaria.

La nueva técnica de fraude: una sola palabra

Aunque parezca imposible, en la era digital basta con una simple palabra para tener acceso a todos los datos personales del usuario. Nuestra información corporal como auditiva, tal es el caso del tono y la intensidad de la voz, sirven como pretexto para identificarnos ante un procedimiento en la red. Por eso, los ciberdelincuentes que habitan los rincones más oscuros del otro mundo han visto este factor como una oportunidad para estafar a la gente. Es por eso que, las pautas que siguen pasan por, en primer lugar, hacerse pasar por otra empresa ajena a su actividad. Un método bastante utilizado por esta clase de malhechores es suplantar la identidad de compañías telefónicas.

En efecto, la primera respuesta que buscan, y el cometido principal de su llamada, es que el individuo diga "Sí". Con este monosílabo las posibilidades son máximas. Sin embargo, si no consiguen que de primeras el receptor responda con esta palabra, seguirán realizando preguntas en relación a conseguir su objetivo. Por ejemplo preguntas situacionales como "¿está contento con su línea telefónica?" hasta que por fin se emitan esas dos letras tan cotizadas por los trasngresores. Estas conversaciones están grabadas desde su comienzo hasta su final por lo que hay que tener en cuenta en todo momento lo que se dice cuando recibimos una llamada, tanto del teléfono fijo como del propio.

Las fatídicas consecuencias de las estafa

Una vez los infractores tengan el audio que necesitan pueden darse de alta en algún servicio bancario e incluso realizar movimientos económicos de una cuenta a otra, vaciando así la totalidad de los ahorros de la víctima. Por tanto, ante la más mínima duda lo mejor es cortar de raíz la situación para evitar males mayores y colgar. Por supuesto también se recomienda evitar a toda costa el uso de esta palabra incluso en llamadas que no parezcan tener ningún peligro aparente. Tanto en su significado condicional como afirmativo.