Opinión

Una mosca pegajosa

El pasado siempre vuelve

Cambio de estación, por Marina CASTAÑO
Cambio de estación, por Marina CASTAÑOlarazon

¿Quién no ha tenido una conversación con un amigo que, en lugar de traerte buenas noticias, solo se dedica a recordar anécdotas que preferirías olvidar? El pasado es esa mosca cojonera, ese compañero de vida que, aunque le digas que ya no lo necesitas, sigue lanzándose en paracaídas cuando menos te lo esperas.

Imagina que estás disfrutando de una tranquila cena. La comida está deliciosa, el ambiente es perfecto, y de repente, alguien suelta: «¿Te acuerdas de aquella vez que te caíste en la fiesta de fin de curso?» Ahí está, el pasado, con su traje de payaso y una sonrisa burlona. No importa cuántos años hayan transcurrido, ni cuántas veces hayas tratado de enterrar esa historia épica; él siempre aparece en el momento menos oportuno. Algunos dirían que el pasado es como ese grano en toda la mejilla que aparece cuando mejor queremos aparentar o esa cagada de pájaro que te cae justo al salir de la peluquería; incluso ese ataque de tos cuando el vinagre de una gilda se queda atragantado entre las amígdalas.

Uno pensaría que los años nos harían más sabios, pero aquí estamos, reviviendo nuestros momentos de gloria en forma de memes familiares o amigos. La verdad es que, aunque el pasado puede ser esa sombra molesta que no deja de acecharte, es importante reconocer que también trae consigo una pizca de sabiduría y mucha risa. Quien no ha reído a carcajadas al recordar ese corte de pelo o ese romance de verano que terminó en un «deberías hablar con tu terapeuta». Al final, el pasado es como un álbum de fotos lleno de historias que, aunque a veces deseen permanecer en el olvido, cada tanto hacen su aparición estelar.

Así que la próxima vez que te encuentres con el pasado en alguna reunión, sonríe, levanta tu copa y brinda por esos momentos absurdos que, de alguna manera, nos han convertido en quienes somos hoy: seres humanos llenos de matices, errores y un sentido del humor que a veces roza lo patético, pero sobre todo, experiencia, que es el mejor depósito que podemos tener. Después de todo, el pasado siempre vuelve…