Tatuajes

Un padre gasta más de 58.000 euros para eliminar todos sus tatuajes tras arrepentirse al tener hijos

Alexa Terese, esteticista de California, dice que sus tatuajes ya no reflejan quién es y se siente juzgada por ellos

El tatuaje es simplemente aterrador
Alexa Terese, esteticista de California, dice que sus tatuajes ya no reflejan quién es y se siente juzgada por ellosInstagramLa Razon

Alexa Terese, madre de 37 años y residente de Chico, condado de Butte, California, comenzó a tatuarse a los 16 años, con un pequeño corazón en la muñeca que le costó 75 dólares. En solo cuatro años acumuló 25 diseños en brazos, cuello y pies, desde rosas y cupcakes hasta el rostro de una mujer en el hombro. En total, gastó más de 15.000 dólares (unos 14.000 euros) en cubrir su cuerpo con tinta.

Ahora, como madre de dos hijos y esteticista, ha decidido someterse a un costoso tratamiento láser para eliminar todos sus tatuajes, enfrentando una factura de 50.000 dólares, más de 58.000 euros. “Los tatuajes no reflejan la persona que soy ahora”, explicó. “No los odio en otras personas, pero en mi cuerpo ya no los soporto”.

El cambio de perspectiva surgió tras convertirse en madre, cuando comenzó a notar miradas y juicios silenciosos por parte de otros padres en el entorno escolar. “Nunca he recibido comentarios en el colegio de mis hijos, pero los padres me observan y juzgan en silencio en cuanto me ven”, relató. Aunque no hubo críticas directas, la incomodidad fue suficiente para que Alexa reconsiderara su imagen.

Me arrepiento porque me los hice demasiado joven y demasiado rápido. A los 18 años, nadie sabe quién es todavía, y yo, desde luego, no tenía ni idea”, confesó. También reconoció que muchos de sus tatuajes fueron impulsados por inseguridad y deseo de aceptación, una motivación que hoy, con más madurez, ve con otros ojos.

Su historia ha resonado en redes sociales, donde muchas madres se han sentido identificadas con la presión de proyectar una imagen distinta tras formar una familia. Para Alexa, borrar sus tatuajes es más que una cuestión estética: es una forma de reconciliarse con quien es hoy.