El PP, mano atada a la espalda
Es difícilmente asumible, por no decir que profundamente antidemocrático, negar el pan y la sal a pactos entre las derechas y silbar mirando hacia arriba cuando se contempla el del bloque «Frankenstein»
Es difícilmente asumible, por no decir que profundamente antidemocrático, negar el pan y la sal a pactos entre las derechas y silbar mirando hacia arriba cuando se contempla el del bloque «Frankenstein»