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Los cazas F-35 y F-22 tendrán sus propios escuadrones de drones de combate “Loyal Wingman”

Estas aeronaves no tripuladas podrán volar por delante de sus “nodrizas” y proporcionar datos de reconocimiento, coordenadas de tiro o, incluso, lanzar misiles o bombas

Imagen del dron XQ-58A Valkyrie
Imagen del dron XQ-58A ValkyrieLa Razón

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La idea no es nueva. Tanto la Fuerza Aérea de Estados Unidos como la de otros países llevan tiempo dándole vueltas al uso de drones como “fieles” acompañantes de los cazas de combate, creando “enjambres” o escuadrillas de aparatos capaces de actuar de forma autónoma pero coordinada con el avión “madre” facilitandole todo tipo de información.

Tras varios años de pruebas se ha logrado que un software para aeronaves autónomas, Skyborg, ofrezca a los aviones tripulados datos de reconocimiento y orientación, fijación de objetivos, coordenadas... En este caso, esta inteligencia artificial se ha probado como “cerebro” de dos drones XQ-58 Valkyrie, que han completado una serie de pruebas que permite que cazas como los F-35 o el F-22 estadounidenses tengan su propia escuadrilla “loyal wingman” que ofrecen a los pilotos militares “información clave sobre su entorno cuando las aeronaves en equipo con autonomía integrada detectan posibles amenazas aéreas y terrestres, determinan la proximidad de la amenaza, analizan el peligro inminente e identifican las opciones adecuadas para atacar o evadir las aeronaves enemigas”.

F-22 Raptors
F-22 RaptorsAir Force EE UU

Esta es la primera vez que la Fuerza Aérea anuncia una prueba de relación entre el software Skyborg y un dron Valkyrie. Kratos, su fabricante, ha estado trabajando con el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos desde el año 2020 y el contratista de defensa reveló en el Salón Aeronáutico Internacional de Farnborough el pasado martes, 19 de julio, que los sistemas autónomos de Skyborg integrados en la aeronave del equipo, disponen de algoritmos complejos y sensores de última generación que permiten la autonomía para tomar decisiones basadas en las reglas de participación establecidas por los compañeros de equipo tripulados”.

 

El XQ-58 Valkyrie es un vehículo aéreo de combate no tripulado experimental, con características de sigilo, diseñado y construido por Kratos para el programa Demonstrator de dron de ataque de bajo coste de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, cuyo objetivo es proporcionar una escolta no tripulada o una aeronave wingman junto con una aeronave de combate tripulada en combate.

Atribuibles y reutilizables

Ese “bajo coste” significa que estamos hablando de UAV no tripulados modulares y dotados de inteligencia artificial capaces de realizar entre 10 y 100 incursiones en entornos operativos en disputa. A diferencia de los cazas y bombarderos tripulados, cuyas estructuras, motores y sistemas deben durar décadas, estos UAV tienen un periodo de vida más corto, lo que les hace idóneos para situaciones de alto riesgo en los que usar naves tripuladas sería muy caro y costoso en vidas humanas.

En cuanto a su características de reutilizable, es lo que les hace diferentes de los misiles de crucero, que se destruyen a medida que crean los efectos deseados. Éstos sistemas de usos múltiples se pueden recuperar y luego volar nuevamente.

El XQ-58A ofrece una combinación de largo alcance, alta velocidad y maniobrabilidad, junto con la capacidad de disponer de una combinación de armas letales desde su bahía de bombas interna y bajo ala: puede transportar cuatro bombas guiadas por GPS “inteligentes” y realizar una vez lanzadas una evaluación de los daños, sabiendo así si ha alcanzado el objetivo o si es necesaria la acción del caza tripulado “nodriza”.

Imagen del dron XQ-58A Valkyrie
Imagen del dron XQ-58A ValkyrieLa Razón

Además, su gran autonomía le brindan la máxima flexibilidad operativa y utilidad al combatiente. Con los datos que ofrece volando adelantado a la formación de cazas, puede mejorar el conocimiento de la situación durante una batalla aérea o enviar información de objetivos para mejorar la precisión de los lanzamientos de misiles a distancia. El Valkyrie despega de un lanzador en un camión y luego se recupera con un paracaídas, por lo que el dron no necesita pista. Puede alcanzar una velocidad máxima de 652 millas por hora con un alcance de 2.000 millas.

El software Skyborg también ha superado seis vuelos de evaluación como cerebro de otros modelos de drones como el Kratos UTAP-22 Mako y el General Atomics MQ-20 Avenger. La arquitectura de este sistema informático le permite adaptarse entre plataformas de aviones, es modular en su diseño para permitir la composición de múltiples aplicaciones de software y adaptable a nuevas capacidades y tipos de misión.

Ya en 2020 se logró por primera vez que uno de estos drones se comunicará con los F-35 y los F-22, logrando en aquel entonces nueve de los 18 objetivos que se había marcado la prueba. Los aviones comaprtieron “datos operativos procesables”. Aquella primera prueba, imprescindible para lo logrado ahora, pretendía que los sistemas se entendieran entre sí y que el software de cazas de quinta generación y el de una aeronave no tripulada, con sus plataformas sigilosas, “hablasen”, se escucharan y los datos intercambiados fueran comprensibles.

La opción de incorporar drones a los nuevos sistemas de caza es ya habitual y, de hecho, el FCAS, el futuro avión de combate europeo tiene previsto interactuar con los aviones de alerta temprana y control aerotransportado, grupo de satélites, así como aeronaves no tripuladas. De hecho, la tecnología de estos aparatos permitirá compartir información con otros aviones y plataformas en red, incluidos aviones espía o aeronaves de reconocimiento no tripuladas, lo que hará posible que los pilotos tengan una visión de conjunto de todas las herramientas que actúan de forma integrada en un radio de acción concreto. Asimismo, se reduce la exposición a las defensas aéreas enemigas. Dependiendo de la cantidad de drones armados involucrados en una operación, el piloto podría manejar un gran “enjambre” de aparatos de forma coordinada.

Sin embargo, no ha sido hasta ahora que ese proyecto sobre el papel se ha hecho realidad.