Defensa
El Ka-52, el mejor helicóptero de ataque ruso, entre la propaganda y el fracaso en Ucrania
Pese a su destacado papel en la invasión, el Kremlin ha perdido muchas unidades al mostrarse vulnerables a los sistemas portátiles MANPADS, tipo Javelin
Coincidiendo con la retirada rusa de la región de Jersón, se ha celebrado la Exposición Internacional Aeroespacial y de Aviación Airshow China 2022, una de las exhibiciones aéreas más grandes del mundo, en la ciudad de Zhuhai del país asiático. Más allá de las exhibiciones y demostraciones que hayan podido hacer los expositores, Rusia podría presentar como avales el desempeño de muchas de sus armas en la guerra de Ucrania.
La empresa Rosoboronexport JSC (parte del conglomerado ruso Rostec State Corporation) ha mostrado sus mejores y más modernos aviones, helicópteros y armas aéreas. En su stand se podía ver desde el caza de quinta generación Su-57E, que tantas expectativas había despertado antes del conflicto, el caza polivalente supermaniobrable Su-35, el cazabombardero Su-34E y el MiG-35. Especial presencia ha tenido también el helicóptero de exploración/ataque Ka-52, junto al helicóptero de ataque Mi-28NE y al de transporte militar Mi-171Sh.
Precisamente el Ka-52 ha sido uno de los aparatos que más interés ha despertado por parte de expositores y visitantes.
Aunque la flota de helicópteros de Rusia se ha mantenido prácticamente sin cambios desde el final de la Guerra Fría, el país ha ido modernizándolos, destacando el Kamov Ka-52 Alligator, una aeronave que entró en servicio en las Fuerzas Armadas Rusas en 2011.
El Ka-52 está disponible en varias variantes y se actualiza constantemente con nuevas cámaras, componentes electrónicos y configuraciones de cabina y casco para trabajar con visión nocturna.
El 28 de octubre, medios rusos informaron de la incorporación de un nuevo sistema de visión que mejorará las capacidades de combate del Ka-52 y permitirá que el helicóptero use las armas de manera más eficiente durante la noche.
Ka-52 en la guerra de Ucrania
Sin embargo, y a pesar de toda la propaganda rusa, el desempeño del Ka-52 en el campo de batalla no parece estar siendo óptimo y, de hecho, habría sufrido grandes pérdidas en la actual guerra de Ucrania.
Así, en las primeras etapas de la invasión rusa, el Ka-52 intentó tomar el aeródromo de Hostomel, pero los rusos finalmente se retiraron y el ataque infligió un revés temprano y devastador al cuerpo de paracaidistas VDV de élite de Rusia.
Según Orys, portal web que trabaja con datos en código abierto y evidencias visuales que monitoriza y analiza la información existente, Rusia habría perdido unos 25 helicópteros de ataque Ka-52 en Ucrania.
Asimismo, el Ministerio de Defensa británico ha informado de que Moscú ha perdido una cuarta parte de sus helicópteros de ataque Ka-52 Alligator en el conflicto. De hecho, Reino Unido señaló que los helicópteros de combate rusos son particularmente vulnerables a los sistemas portátiles de defensa aérea ucranianos (MANPADS).
Propaganda rusa en Telegram
Varios videos del Ka-52 y otros helicópteros rusos derribados se han compartido ampliamente en redes sociales. Sin embargo, el gobierno ruso todavía los mantiene en Ucrania. De hecho, basta ver el perfil del Ministerio de Defensa ruso en Telegram para comprobar la amplísima cobertura que está dando a las acciones protagonizadas por estos helicópteros, equipados con toda su panoplia de armas. Solo en lo que llevamos de noviembre ha publicado más de media docena de vídeos de acciones de combate de estos aparatos en los que se los puede ver bombardeando posiciones ucranianas, ametrallando a las tropas o disparando misiles contra blindados... siempre acompañados de música épica a más gloria del ejército de Putin.
La forma de actuar de los Ka-52 suele ser siempre la misma: los helicópteros se acercan a la zona del objetivo a una altura inferior a 60 metros y luego se inclinan entre 15 y 30 grados y disparan cohetes no guiados S-8 y S-13 en arcos balísticos elevados, lo que permite a la tripulación del helicóptero permanecer tras sus propias líneas, donde la amenaza de los sistemas portátiles de defensa antiaérea (MANPADS) es algo menor.
Lo malo de esta táctica es que los ataques son menos precisos y, a pesar de la propaganda rusa que muestra sus aparatos destruyendo exitosamente los blindados enemigos, y muchas veces a los ucranianos les basta con con ponerse a cubierto o dejar sus unidades atrincheradas hasta que los helicópteros se van, según un reciente estudio sobre la guerra aérea rusa en Ucrania, realizado por el Royal United Services Institute (RUSI).
En las regiones ucranianas controladas por Rusia, especialmente en Donbas, los Ka-52 y los Mi-24 realizan regularmente este tipo de ataques durante la noche para mantener despiertas a las tropas ucranianas.
Los Ka-52, indispensables en operaciones de penetración
Las Fuerzas Aéreas Rusas destinan el Ka-52 a apoyar a las fuerzas de operaciones especiales rusas, sobre todo por la noche. El alto nivel de entrenamiento de sus tripulaciones ha convertido su presencia en indispensable para los planificadores militares rusos, sobre todo en las primeras semanas de la invasión. Sin embargo, los ataques de penetración profunda supusieron grandes pérdidas para la flota de Ka-52.
Los ucranianos derribaron varios de estos Ka-52 utilizando MANPADS de corto alcance y guiados por infrarrojos. Aunque los conjuntos de ayudas defensivas de las plataformas de la aviación de combate rusa, que comprenden sensores de alerta de aproximación de misiles y sistemas dispensadores de contramedidas, han sido razonablemente eficaces a lo largo de la guerra, el número de MANPADS en manos de los ucranianos era demasiado elevado para contrarrestarlos a todos.
Además, las fuerzas ucranianas habrían utilizado el misil antitanque británico Starstreak y el estadounidense Javelin (utilizado en modo de ataque directo), que eran especialmente eficaces contra todos los helicópteros rusos, ya que son inmunes a ser engañados por las bengalas o las contramedidas de chaff usadas para perturbar y apartar los misiles guiados por radar de sus objetivos.
Además de utilizar cohetes no guiados, que permiten a los helicópteros alejarse inmediatamente después de disparar sus cohetes sin ni siquiera cruzar sus líneas, los Ka-52 usan misiles antitanque guiados por láser 9K121 Vikhr para llevar a cabo ataques de precisión mientras se mantienen detrás de las líneas del frente ruso. Sin embargo, estos misiles se basan en un sistema de guiado por rayo láser con un buscador montado en la parte trasera del misil orientado hacia atrás, de modo que “mira hacia atrás” para seguir el haz de guía láser en lugar de un punto láser reflejado en el objetivo, lo que hace casi imposible que se desvíe en vuelo, pero también obliga al Ka-52 a mantener una posición estable hasta que el misil alcance el objetivo. Esto los convierte en un blanco fácil para los tiradores ucranianos de MANPADS cercanos.
Ucrania necesita impedir la superioridad aérea rusa
En este sentido, según RUSI, desde principios de marzo, la fuerza aérea rusa perdió la capacidad de operar en el espacio aéreo controlado por Ucrania, excepto a altitudes muy bajas debido a su incapacidad para suprimir o destruir de manera confiable los sistemas de misiles tierra-aire (SAM) ucranianos cada vez más efectivos, bien dispersos y móviles. Se refiere también a que los numerosos MANPADS proporcionados a las tropas ucranianas y más tarde a los equipos móviles de defensa aérea significaron que las salidas rusas de penetración rotatoria (helicópteros) y de ala fija a baja altitud más allá de las líneas del frente demostraron ser prohibitivamente costosas durante marzo y cesaron en abril de 2022.
“Sin la superioridad aérea, los intentos de Rusia de un ataque aéreo estratégico se han limitado a costosos bombardeos de misiles balísticos y de crucero a una escala mucho más limitada. Estos no lograron un daño estratégicamente decisivo durante los primeros siete meses de la invasión. Sin embargo, la última iteración es un bombardeo más centrado y sostenible de la red eléctrica ucraniana, que combina cientos de municiones merodeadoras Shahed-136 baratas suministradas por Irán contra subestaciones con el uso continuo de misiles de crucero y balísticos contra objetivos más grandes”.
Por este motivo, este organismo británico considera que, a corto plazo, Ucrania también necesita una gran cantidad de sistemas de defensa aérea portátiles adicionales (MANPADS) y cañones antiaéreos guiados por radar, como el Gepard, para sostener y aumentar su capacidad para interceptar los Shahed-136 y defenderse de los Ka-52 así como para proteger su infraestructura.
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