Entrevista

“Dentro de muchos años, me gustaría interpretar a un personaje como Toni Nadal”

Ricardo Gómez acaba de terminar el rodaje de «La Ruta», la nueva serie de Atresmedia, sobre la ruta del bacalao. Una ficción pionera que le supone «cierto susto y, a la vez, es una responsabilidad»

Ricardo Gómez, actor.
Ricardo Gómez, actor.desalia

Ricardo Gómez (Collado Villalba, 1994) es puntual a pesar del jet-lag y de la fama. Aún con el corte de pelo tipo «kinki» de su último personaje en «La Ruta», el actor atiende a LA RAZÓN en Punta Cana, en plena celebración de Desalia en República Dominicana. Gómez se ganó el corazón de los españoles con su «Carlitos» en «Cuéntame», aunque recuerda que «no se parece en nada al personaje que ha interpretado durante tanto tiempo». Lejos de ser un juguete roto, su carrera profesional no ha hecho más que despegar.

¿Cuántos papeles tendrás que hacer para que el público español se olvide de Carlitos?

Espero que nunca se olviden de Carlitos. Mi trabajo no tiene tanto que ver con enterrar una parte de mi vida –de la cual estoy absolutamente orgulloso– sino con formarme un camino, con enfrentarme a nuevos retos y a personajes muy distintos.

Mirando atrás, ¿te has perdido muchas cosas de tu infancia?

Me considero muy afortunado por haber podido desarrollarme desde tan pequeño en la profesión que admiro y que sabía que me quería dedicar a ella. Es más, siento que he podido desempeñar mi vida: he disfrutado con mis amigos, he estado federado en un equipo de fútbol desde que tenía 9 años, he hecho las excursiones con mi instituto... Supongo que es más vistoso decir: «He trabajado toda la vida y siento que me he perdido parte», pero no puedo. He tenido una grandísima escuela en una profesión a la que quiero dedicar mi vida.

Hablemos de tu nuevo proyecto en Atresmedia. ¿Hacía falta una serie sobre la ruta del bacalao?

No soy muy fan de decir que las cosas son necesarias o que hacen falta. Si hablamos estrictamente de la ficción, es un pasaje sobre la historia del S. XX de nuestro país, que es una de las explosiones socio culturales más potentes que se han vivido. Para mi sorpresa y la de mucha gente, nunca había sido contada en ficción. Algo que me motiva mucho a la hora de enfrentarme a un proyecto es contar historias que nunca antes se habían contado porque es muy poco habitual: ¡ya se ha contado prácticamente todo! Como cuando estrenamos «El Sustituto» el año pasado, la película dirigida por Óscar Aibar, que habla de cómo los nazis habían vivido en España a cuerpo de rey o ahora contar la «ruta del bacalao» sin que haya otro documento que no sea un documental en el que poder fijarte. Da cierto susto y, a la vez, es una responsabilidad. Como intérprete, es un reto muy interesante.

¿Cómo te has documentado? Hay reportajes buenísimos, que se estudian en Periodismo...

Sí, sí. Está el famoso reportaje, de Canal+ del año 93, está «Danzad, danzad, malditos»... Luego hay un montón de libros. Para mí, el mejor es «En Éxtasis», de Joan Oleaque. Además, en cuanto nos mudamos a Valencia a rodar, todos y cada uno de los habitantes de más de 40 años habían vivido una ruta de bacalao. Así que en cada conversación, taxi, nos contaban cómo experimentaron «la ruta», los que acabaron hartos, a los que les encantaba... La documentación en este caso ha sido masiva para todos los departamentos y en especial para nosotros, para meternos en la piel de los protagonistas.

Cuál es tu conclusión, ¿por qué la juventud española tenía esas ganas de salir y de destruirse tan intrínsecamente ligadas?

Lo de destruirse aparece después. Hay una causa-efecto. En la serie lo contamos cronológicamente al revés: empieza en el año 93 y termina en el 81. Arrancamos con la destrucción para terminar contando el origen. Es un fenómeno que se origina –al igual que la movida madrileña– teniendo en cuenta que se venía de 40 años en los que la expresión cultural y de ocio había estado muy reprimida. De pronto hay una necesidad de expresarse y expresarse es salir de fiesta, emborracharse, bailar, drogarse, hacer música... Había una necesidad de expresión y de consumo que tiene mucho que ver con cómo fue el origen y la destrucción de «la ruta» ligado al consumo de drogas. Pasan de ser más grupales, como las pastillas, hasta que irrumpe la cocaína y lo vuelve más individual. Muchos DJs empiezan a hacer música con bits pensados en qué tipo de droga se consume... Y pasa de ser una fiesta global a individual.

He visto en Twitter que te apasiona el Real Madrid y el tenis. ¿A qué deportista español te gustaría interpretar?

El rodaje en Valencia de «La Ruta» tenía muchas jornadas nocturnas, lo cual ha sido bastante agotador. Te acuestas a las 7:00 de la mañana, te levantas a las 14:00, duermes de día... Han sido como los cinco meses que más deporte he visto de mi vida. Me enganché al Open de Australia y ahora he estado muy enganchado a Roland Garros. ¿Interpretar? Dentro de muchos años a un personaje tan interesante como Toni Nadal.