Los cinco minutos mágicos de Raúl Cimas en 'La Resistencia' a costa de 'El Hormiguero'

El cómico y actor Raúl Cimas estuvo la semana pasada en el plató de 'El Hormiguero' para presentar 'Poquita Fe', la serie que coprotagoniza en MovistarPlus+ junto a Esperanza Pedreño. En dicha visita, aparte de los espectadores, el que más se divirtió fue el presentador Pablo Motos, quien no dejó de reír a mandíbula batiente durante la media hora corta que el de Albacete charló con él.

Uno de los titulares que dejó Cimas en Antena 3 fue que le ganó 6-0 un set a David Broncano jugando al tenis. Pero lo que no sabía el humorista, o sí, es que una semana más tarde habría de ir al programa del propio Broncano, 'La Resistencia', y defenderse del vacile que se marcó en el espacio de prime time de Atresmedia.

Evidentemente, como era de esperar, el presentador del late night de MovistarPlus+ le pidió cuentas sobre el asunto nada más subir este al escenario del Teatro Arlequín (donde se graba el programa). El manchego se fue por las ramas con habilidad y se puso a relatar un episodio surrealista que sucedió en su imaginación tras la entrevista que le hizo Pablo Motos. Aquí empieza lo bueno:

Vino a contar el humorista que cuando acabó 'El Hormiguero' todo el equipo estaba carcajeándose de Broncano por perder un set limpió contra él. "Nuria Roca, Luis del Val (sic), Pablo Motos, Jorge Salvador, los cámaras... Todo 'El Hormiguero' riéndose de ti: 'ja ja ja, ja ja ja'". Incluso "hicieron el baile del 6-0, con una coreografía y todo", aseguró mientras imitaba con mucha gracia a Luis Piedrahita y a Nuria Roca.

"Y les dije: 'Oye, cuidao, porque ese señor hace un programa mucho mejor que este con muy poca ayuda'", añadió. Y empezó la acción, "porque esto es humillar a un compañero": "Le doy una hostia a Luis Piedrahita, le quiebro el cuello a El Monaguillo y lo mato. Y a Pablo Motos le rompo la nariz y utilizo su cuerpo para defenderme de todo el equipo que venía, y ya se lo tiro ahí a Jorge Salvador, que cae...". Mientras decía "¡A Broncano en vuestra puta vida, a Broncano!".

Cuando acabó el surrealista y carcajeante relato, Broncano y Cimas sellaron la paz con un morreo.