Nuevo pontífice

Coronavirus
La pandemia de coronavirus esconde pequeñas historias de solidaridad que reafirman la bondad del ser humano. Loli Moreno es profesora de corte y confección y se le ocurrió, junto a sus alumnas, realizar mascarillas de tela para combatir el virus, ante la escasez de este material. La iniciativa surgió en el grupo de Whatsapp que tienen, “Las niñas de los martes”, con el objetivo de hacerlas “con los restos de tela que teníamos”, asegura Loli, así que “nos pusimos a ello”.
Empezaron a confeccionarlas cada una en su casa, aprovechando las largas horas de confinamiento. “Una explicaba cómo las hacía mientras que otras ponían fotos para que copiáramos la técnica”, relata. Se las entregan a la Policía Local de Dos Hermanas, que luego las distribuye a los colectivos que trabajan de cara al público. Eso sí, Loli advierte de que no son mascarillas sanitarias. “Se utilizan en gasolineras, supermercados y pequeños comercios que no pueden conseguir las sanitarias”.
Unas diez personas se ponen cada día manos a la obra, aunque no todas hacen el proceso completo. Unas cortan y otras cosen o añaden las cintas. Loli, por ejemplo, ha confeccionado unas 50 en tres días, al ritmo de una cada diez minutos. “Coso las tres telas y les doy una plancha, porque les pongo un refuerzo dentro”. La solidaridad se refuerza y una mercería de Montequinto donó las cintas.
Loli es consciente de la necesidad de este material. “Cuando veo la televisión me emociono mucho”. Ahora le han pedido batas, algo más complejo porque en casa no se suele disponer de tela suficiente para hacer estas prendas. “Todo el mundo está pendiente de lo que se puede aportar, cada uno colabora con lo que puede”. Además, es una tarea que le aporta “tranquilidad”. “Psicológicamente tiene efecto”, remarca.
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