Justicia
Lino Rodríguez: “Nunca utilice Asaja Valladolid para mi enriquecimiento personal”
El expresidente de la organización agraria asegura que los gastos “eran aprobados y controlados”
Este miércoles arrancó en la Audiencia Provincial de Valladolid uno de los juicios más esperados, el del expresidente de Asaja vallisoletano Lino Rodríguez, al que la Fiscalía solicita 13 años y medio de cárcel. Durante su vista oral, en la que manifestó su disposición a responder a las preguntas del fiscal, las dos acusaciones particulares personadas en la causa y las cuatro defensas, aseguró que “en ningún momento utilice Asaja Valladolid para mi enriquecimiento personal”.
Lino Rodríguez, se enfrenta a una condena por un delito de administración desleal, otro de falsedad documental en concurso con apropiación indebida y un tercero de falsedad en documento mercantil, por la denominada “Operación cebada”, fruto de la investigación policial a raíz de la denuncia presentada por el tesorero de la organización agraria en 2013.
Asimismo, señaló que solo recibió de la organización agraria el sueldo que tenía estipulado como trabajador, y explicó que su trabajo en la organización agraria consistía en poner en marcha servicios para los socios y otras actividades económicas que reportaran ingresos a Asaja e hicieran viable su funcionamiento desde un punto de vista económica.
Durante el interrogatorio del fiscal, que se prolongó durante dos horas, Rodríguez aseguró que su contrato aboral fue ofrecido por la propia directiva de Asaja y señaló que además de esta relación laboral, “era público y notorio” los directivos también conocían que disponía de una tarjeta de crédito, así como un contrato con la gestoria Sodeprin, controlada por su esposa, a la vez que recalcó que “nunca cogió dinero para su bolsillo”.
El procesado, que destacó el trabajo que llevó a cabo en Asaja, donde quemó dos coches por su tarea e hizo miles de kilómetros durante su labor, ha asegurado que era el tesorero la persona que autorizaba los pagos, daba las órdenes de carácter económico y controlaba los movimientos, y ha admitido que los presidentes de las sociedades habitualmente también tenían firma en cuentas bancarias.
Interrogado por las afirmaciones de testigos que manifestaron que era Lino Rodríguez quien daba las órdenes de pago, lo ha negado y ha opinado que habían mentido con esas manifestaciones, en un caso posiblemente por “venganza” de una trabajadora que fue despedida, informa Efe.
”El tesorero presentaba las cuentas anuales a los socios y a la junta directiva”, indicó el acusado, quien expresó que se convocó una asamblea general para cesar a la persona que desempeñaba esa función por “mala praxis” y poco antes él mismo dimitió.
Preguntado por movimientos de dinero entre cuentas corrientes de asociaciones, el encausado ha dicho que supone que cada transacción sería para un fin concreto y lo realizaría quien estuviera autorizado. Al respecto, reconoció que tuvo un contrato con categoría de técnico y la remuneración correspondiente, en concreto con categoría profesional de ingeniero agrónomo como decidieron los órganos de gobierno de la organización, a la vez que admitió que él no es ingeniero agrónomo.
El acusador público dirigió parte de su interrogatorio a conocer la titularidad de tarjetas de crédito y débito y su uso, que incluyó gastos en joyería. Eran regalos o detalles a esposas de directivos, de joyería o perfumería, ya que había fines de semana enteros reunidos y así se podía compensar a esas personas por la ausencia de su pareja durante ese tiempo, ha señalado el procesado.
De manera concreta, el fiscal le preguntó por gastos de hostelería y restauración en Jueves y Viernes Santo, ante lo que el acusado ha dicho que todo eran gastos que tenían que ver con Asaja o las sectoriales. Rechazó también que el pago de 1.850 euros el 7 de mayo de 2006 en un restaurante obedeciera a la celebración de la comunión de su hijo.
Ante gastos en tiendas de ropa y calzado, el procesado ha expresado que no eran para su esposa, sino para personas de la entidad y todos ellos fueron aprobados y, sobre el pago a un parque zoológico en 2001 dijo que “a lo mejor” invitaron a alguien, aunque hace veinte años y no lo recordaba.
En cuanto a dinero dedicado a clínicas dentales, Lino Rodríguez afirmó que las cantidades están devueltas, sin que haya certificado de qué manera reintegró el dinero, una cuestión sobre la que ha supuesto que “lo haría en caja”. ”No sé”, respondió el encausado cuando el fiscal le ha preguntado por un gasto en peluquería y otro en un sexshop, tras lo que ha dicho no recordar si en 2002 estuvo en EuroDisney.
También manifestó no recordar otros viajes y, acerca de uno efectuado a Argentina, ha dicho que lo hizo con el gerente y el tesorero para temas relacionados con la agricultura, entre ellos la soja y el mineral.
Junto a Lino Rodríguez están acusados su esposa, Ana I. de la Fuente, para la que el Ministerio Público reclama dos años de cárcel; el que fuera secretario de Asaja Valladolid Fernando Redondo, para el que solicita seis años, y el exvicepresidente Gerardo Rico, para el que demanda cinco años de prisión.
El ministerio público solicita el pago de indemnizaciones que suman más de 3.000.000 euros para Lino Rodríguez y considera además en parte responsables solidarios, en distinta cuantías, a su mujer, a Fernando Redondo y a Gerardo Rico. Está previsto que se prolongue hasta el 4 de marzo.
Por último, cabe recordar que Lino Rodríguez cumple condena de dos años y ocho meses de prisión por un delito continuado de falsedad en documento mercantil y de otros dos de fraude en el cobro de subvenciones a la Junta en sendos expedientes tramitados a través de la sociedad Campo de Peñafiel por importe global de más de un millón de euros.
En la sesión de tarde, la mujer del expresidente de Asaja en Valladolid Lino Rodríguez, Ana I. De la Fuente, para la que el fiscal reclama dos años de cárcel, explicó durante el interrogatorio del fiscal que desempeñó funciones desde su asesoría para Asaja y las organizaciones sectoriales Campo Abierto y Derco con el fin de llevar cuestiones vinculadas con el impuesto de sociedades.
Asimismo, aclaró que cada empresa le encargaba unas cuestiones diferentes desde el punto de vista de que llevaba una asesoría fiscal y admitió que sí pensó que, en principio, desde las organizaciones que le contrataron, pudieron acudir a ella por deferencia, por ser la mujer de Lino Rodríguez, pero después no porque ella demostró su eficacia en el trabajo.
A otras preguntas del fiscal sobre una factura de un restaurante que podía corresponder a la celebración de la comunión de su hijo, la acusada se ha acogido a su derecho a no declarar, igual que ha hecho con cuestiones vinculadas con pagos de diversos viajes al extranjero.
Por último, el exsecretario de Asaja en Valladolid Fernando Redondo afirmó, en su declaración como acusado ante la Audiencia de Valladolid, que empleó dinero de gastos de representación para comprar fichas en un casino y devolvió parte de las cantidades gastadas porque consideró que habían sido de carácter personal.
El procesado, para el que el fiscal demanda seis años de prisión en la causa abierta por el conocido como “caso Asaja”, subrayó que gastó dinero en un casino con clientes de una empresa de Galicia y allí pagó con la tarjeta de la organización. En concreto abonó las fichas que adquirió con esa tarjeta y, después, se consideró obligado, declaró.
Preguntado por acerca de las asambleas generales de la organización que el expresidente de Asaja Lino Rodríguez, también encausado, dijo que se celebraban anualmente, Redondo manifestó que mientras él fue secretario técnico, en 2007, 2008 y 2009 no se desarrollaron.
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