Informe
La pandemia frena la presión fiscal municipal de la última década
El descenso de las obras y una merma de la compraventa de bienes inmuebles y su impacto en las plusvalías provocaron una bajada de los ingresos
Hasta la irrupción de la pandemia del coronavirus, los ayuntamientos de Castilla y León contaban con importantes ingresos derivados de una escalada de la presión fiscal que se había prolongado durante diez años. Una década en la que, de media, se subieron tasas e impuestos por valor de unos 130 euros por persona, según se desprende del estudio «Las Haciendas Locales en cifras 2020» publicado recientemente por el Ministerio de Hacienda
Pero la pandemia, que lo ha trastocado todo, también ha afectado a los ingresos de los Ayuntamientos, puesto que han tenido que reducir impuestos, congelar o suprimir tasas y lanzar ayudas y bonificaciones para ayudar a sus vecinos a superar esta crisis sanitaria, económica y social.
De hecho, según el informe, la reducción de tasas municipales para algunos sectores, el descenso de las obras y una merma de la compraventa de bienes inmuebles y su impacto en las plusvalías provocaron una bajada de los ingresos fiscales municipales durante el año de la pandemia en Castilla y León en un 4,7 por ciento, hasta los 1.431,6 millones, con una reducción global en más de 71 millones.
Así, la recaudación fiscal por habitante de los ayuntamientos se situó así en los 598 euros, frente a los 626 del año anterior. Una cifra por debajo de los 645 euros de la media nacional, donde también se contrajo desde los 689 euros del año 2019, informa Ical.
En este estudio elaborado por el departamento que dirige María Jesús Montero, se pone de relieve que el descenso de la recaudación fiscal llegó sobre todo de la reducción de tasas para apoyar a diversos sectores, como el hostelero (terrazas), con unos ingresos globales por 381,23 millones de euros, un 13,6 por ciento menos que en 2019. O lo que es lo mismo: se recaudaron casi 60 millones de euros menos. También destaca la merma en 12 millones de euros que han ingresado los Ayuntamientos por los tributos indirectos por el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
Mientras que el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Plusvalía), que supuso una recaudación de 55,93 millones en 2020, con un retroceso del ocho por ciento respecto al año anterior.
Por el contrario, los Consistorios al menos , consiguieron cuadrar algo sus cuentas al recaudar 698 millones a través del IBI, el que mayor aporta a sus arcas, con un aumento del 0,4 por ciento.
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