Política
María José Catalá: “La marca Valencia es la que sostiene la ciudad, Ribó es un freno para que supere a Barcelona”
La portavoz del PP en el Ayuntamiento, en Les Corts y secretaria general de los populares valencianos, asegura que la izquierda solo pone excusas para no bajar impuestos
María José Catalá es la voz de la oposición en el Ayuntamiento de Valencia. Además de portavoz popular municipal es también síndica de Les Corts y la número dos del PPCV. Tres cargos que compatibiliza con un objetivo claro: acabar con la hegemonía de la izquierda en las próximas elecciones.
-2023 será un año electoral. ¿Qué expectativas tiene el Partido Popular?
-Vamos a recuperar la ciudad de Valencia y el proyecto que se merece como tercera capital de España. Será un gran año para el PP, aunque será difícil a nivel económico y social. Posiblemente lleguemos a las instituciones en momentos muy duros donde nos tocará tomar decisiones y abordar una situación económica complicada. La inflación está siendo muy dura, la cesta de la compra está haciendo a las familias vivir una situación delicada y todo eso lo vamos a tener que resolver los políticos desde la Administración Pública.
-¿Sirven las recetas que se aplicaron en el pasado?
-Aplicaremos las que necesite la economía española, pero teniendo presente determinadas medidas que no dieron sus frutos. En este contexto el PP tiene que centrarse en las personas que más lo necesitan y en una clase media sobre cuyas espaladas recae mayoritariamente la economía de este país, en los autónomos, en los pequeños empresarios, emprendedores...
-La izquierda asegura que la bajada de impuestos que propone el PP no se puede mantener el Estado del Bienestar.
-Eso es una excusa de la izquierda, que tiene una gestión económica muy deficiente y precaria. Un buen gestor es aquel que sabe ajustar los ingresos a los gastos y nosotros en este momento, por ejemplo en la ciudad de Valencia, pensamos que podemos bajar los impuestos ajustando las inversiones que realmente son necesarias. En este momento, entre el 60 y el 70 por ciento de la inversiones que se presupuestan no se realizan, pero en el capítulo de ingresos, los impuestos sí se recaudan. Tenemos 300 millones de euros en los bancos, ¿para qué? Para nada. Ese dinero estaría mejor en el bolsillo de los valencianos o valencianas.
Respecto al ámbito autonómico pienso lo mismo. Se ha sobredimensionado la Administración con muchísimas entidades públicas, mientras que en el PP hicimos un esfuerzo por reducirlas al máximo. Ha engrosado el número de asesores, de altos cargos, de Consellerias. Todo eso se puede eliminar. Nos presentamos con ideas muy claras, bajaremos impuestos nada más lleguemos, sabemos que podemos hacerlo. Hemos gobernado y vamos a volver a gobernar, cuando decimos las cosas sabemos que las tenemos que hacer. Salen los números.
-Las encuestas apuntan a que puede producirse un cambio de ciclo. ¿En qué medida ha contribuido la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del PP?
-Ha llegado en un momento determinante de la sociedad española y valenciana. Hemos elegido a un presidente que tiene una marca muy definida de gestión y solvencia en el momento en el que la gente quiere que nos dejemos de politiqueos y nos dediquemos a gestionar. Por tanto, cuando los españoles tienen dificultades para llegar a final de mes, lo que necesitan es una Administración que les ayude a paliar el impacto económico de este contexto. Veo a Sánchez y veo frivolidad, vaguedad, falta de gestión, pero veo a Feijóo y me transmite gestión seriedad, firmeza y sensatez. La llegada en este momento social y económico hace que el PP se convierta en la gran alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez, a la gestión negligente y errática de un partido socialista que ya está en la pista de salida.
-Como portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia critica a diario el aumento de delitos, la suciedad en las calles, la falta de inversiones... ¿Esa es la postal que se transmite ahora mismo de Valencia?
-Valencia tiene una marca muy consolidada a nivel internacional que hace que sigamos manteniendo el turismo que hemos tenido tradicionalmente. Además, tenemos un sector turístico muy profesional que, a pesar del mal momento, hace su trabajo de forma excelente. La marca Valencia de la ciudad mantiene a flote una ciudad que en este momento necesita volver a mostrar su mejor cara.
Apuesto por la Valencia que vuelve a la primera división, por la Valencia ambiciosa que, sanamente, se puede codear con Madrid, que puede superar a una Barcelona en crisis social, que sabe que puede aspirar a tener grandes inversiones, que no pierde oportunidades. Una Valencia por la que transitas y es una ciudad amable, no incómoda desde la movilidad. Una ciudad limpia, no descuidada, segura... No la ciudad líder de incremento de la tasa de delincuencia. Tenemos 1,70 agentes por cada mil habitantes, frente a los 2,1 que había cuando gobernaba Rita Barberá.
Veo flojear a la ciudad en la pata de la Administración. El Ayuntamiento no es el motor de la ciudad, gripa económicamente a la ciudad con su falta de diligencia, actividad y valentía. Tiene que servir de motor de arranque y el Ayuntamiento de Ribó es un freno a la Valencia en la que creo.
-Se han diseñado cambios importantes, como el del bulevar García Lorca, el PAI de Benimaclet, el de la Pista de Silla...
-Casi ocho años después todos estos proyectos siguen estando pendientes. El PAI del Grao, el de Benimaclet, la Estación Central... Todo está pendiente ocho años después. Hay maquetas y proyectos. Si salimos a la calle y preguntamos qué caracteriza las legislatura de Ribó, solo dirán dos palabras: carril bici.
-La bici y el patinete se ha convertido en un medio de transporte muy común en la ciudad. ¿Qué modelo de movilidad propone?
-Haré auditorías de seguridad y modificaré aquellos carriles bici donde haya situaciones de peligro. La seguridad es lo primero, para todos, se muevan como se muevan por la ciudad. También es importante dar alternativas. Quiero una EMT de primer nivel, aparcamientos disuasorios y prolongar la línea 10 de tranvía tal y como estaba previsto, para unir la zona norte con el sur. La movilidad son muchas más cosas.
-En los últimos meses diferentes estudios han constatado la falta de vivienda en la ciudad de Valencia. ¿Tiene una solución para esta cuestión?
-En siete años se han hecho seis viviendas de protección oficial en toda la ciudad y se prometieron más de 400. A la renta libre es difícil de acceder, cuando no hay oferta de compraventa el mercado de alquiler adquiere precios inasumibles. Hay una burbuja del alquiler porque no se construyen viviendas. El PAI de Benimaclet y el Grao son fundamentales y hay que desbloquearlos desde el primer año de mandato. Hay que darles luz verde.
-El PP ha denunciado recientemente que las ayudas a entidades que ustedes consideran catalanistas siguen recibiendo dinero público por parte de las instituciones públicas en las que gobierna la izquierda. ¿Está la Comunitat amenazada por Cataluña?
-No. Está amenazada por gente de la Comunitat Valenciana que siente más adhesión al proyecto que se llama Països Catalans que a su propia tierra. Los valencianos lo tienen muy claro. Quien pensó que Compromís era un nuevo proyecto valencianista se ha dado cuenta de que es catalanista, quien pensó que Ximo Puig iba a frenar a Compromís en la Generalitat y que no les iba a permitir dar dinero a las entidades pancatalanistas se ha dado cuenta de que es es un catalanista con piel de corderito. Ya está. Punto. El PP es un partido que cree muchísimo en las posibilidades de esta tierra y que no nos consideramos ni más ni menos que nadie y que nunca toleraremos que nos llamen Països Catalans ni aquí ni allí, ni en ningún sitio. Esto solo lo puede decir el PP.
-Llegado el momento, ¿se sentiría cómoda gobernando con Vox en el Ayuntamiento de Valencia?
-Preferiría gobernar con amplia mayoría, fundamentalmente por rapidez. Quiero desarrollar acciones urgentes y a veces los pactos de gobierno hacen que las cosas sean más difíciles.
-¿Cree que lo puede conseguir?
-Sí, aspiro a conseguirlo con mucha humildad. He visto pasar etapas muy definidas muy rápidas. Primero, la del fin del bipartidismo. Parecía que los Parlamentos tenían que ser multicolor, que el hecho que hubiera muchos partidos políticos hacía que el debate y la participación fuese más intensa. Eso se tradujo en Gobiernos Frankenstein, con gobiernos de coalición que no se aguantan y que conlleva mucha negociación para gestionar, que hace imposible aprobar presupuestos. Después la etapa en la que la gente se desengaña de estas opciones minoritarias y se dan cuenta de que los grandes partidos volvemos a ser los que resolvemos los problemas. Yo estoy donde siempre. El bipartidismos ha dado los mejores años de salud a la democracia de este país. La alternancia nos ha venido muy bien, hemos enriquecido este país y le hemos dado estabilidad. Tiene que volver.
-Sin embargo, ni PP ni PSOE favorecen el partidismo donde es posible con una abstención.
-La única vez que puede intervenir en esta cuestión lo hice en esta dirección. En las autonómicas de 2015 planteamos una abstención en el Parlamento si Ximo Puig no hacía un gobierno de coalición con Compromís y en las últimas municipales le planteé al PSPV que hablásemos para un proyecto que no estuviera Compromís, y casi ni contestó. El PSOE en Valencia tiene un yugo que se llama Generalitat. Hay un vaso comunicante que es difícil de romper.
-El Gobierno valenciano ha logrado en esta última etapa consolidar proyectos muy relevantes para la economía valenciana. La gigafactoría de Volkswagen, la consolidación de la Ford...
-Todos los que hemos gobernado hemos peleado por mantener la Ford, no es un tanto de nadie. La hemos mantenido con esfuerzo, principalmente con el de los trabajadores. La gigafactoría es muy interesante, pero es contradictorio defenderla y poner palos en las ruedas al puerto de Valencia. Una Comunitat competitiva tiene que saber dónde están sus ejes estratégicos y el puerto de Valencia hoy es líder de mercancías en el Mediterráneo, tiene que seguir siéndolo y seguro que es uno de los elementos que más han pensado para que Volkswagen tome la decisión de venir a Sagunto. He tenido la oportunidad de ver la transformación del Ágora que ha hecho Caixabamk y es muy interesante. Está por ver cómo queda Ciudad de la Luz.
Todo esto me parece muy interesante, dicho lo cual, sinceramente eso contrasta con la falta y miopía que tiene el Gobierno de Puig para no bajar los impuestos en el contexto en el que estamos. Lo han hecho todas las autonomías. Me parece de miopía absoluta destinar solo 40 millones de euros a ayudas a autónomos cuando ya te has gastado en 24 en la compra del edificio de Correos de Valencia sin que tenga un uso definido. La Generalitat va a pagar muy caro su fracaso en la gestión social y en Sanidad. No puede ser que en Valencia solo tenga un SAMU con médico, es un fracaso absoluto, tampoco que el Hospital General de Valencia tenga la precariedad de personal. A esto se suma la gestión errática de la ex vicepresidenta de la Generalitat Mónica Oltra.
-¿Cómo cree que afecta la dimisión de Oltra al futuro del Gobierno del Botànic?
-Al presidente Ximo Puig le ha dejado como una persona que no sabe dar la cara para afrontar una situación difícil. A mí me ha decepcionado. Quiero un presidente valiente que pueda afrontar una circunstancia delicada. Lo que ha pasado con Oltra ha sido el mejor espejo de lo que es Compromís. Nos han exigido a todos unas líneas de ética, de transparencia, de gestión... y cuando les ha tocado a ellos el turno no se han sabido aplicar el cuento.
Eran los malvados, los poderosos, todo el mundo iba contra ellos. Me da la sensación, por la deriva discursiva que lleva la vicepresidenta Aitana Mas, que seguimos sin asumir los errores. Pensamos que somos perfectos, que todo lo hacemos bien. Falta humildad. La gestión de los menores va a seguir siendo la pata débil de esa Conselleria. Si hemos errado en los menores tutelados, ¿por qué no reforzamos el sistema? ¿Por qué nos sigue pasando que hay casos de menores que sufren abusos sexuales y no somos transparentes y no sabemos aplicar un protocolo? ¿Por qué una vicepresidenta no sabe responder? ¿No hemos aprendido la lección?
-Usted basó el último discurso del Debate de Política General en el caso de abusos del ex marido de Oltra ¿El objetivo del PP era acabar con la entonces vicepresidenta?
-Lo que nosotros hemos querido es denunciar cómo se trata a los menores. Cuando yo incidí en este tema fue porque acabábamos de conocer una sentencia en la que un magistrado puso negro sobre blanco que había habido una actuación negligente por parte de la Administración. Me pareció que no podía pasar desapercibida está sentencia y el resultado es que ha habido otro proceso judicial contra la Generalitat. Respeté el proceso del ex marido de Oltra y cuando lo pusimos sobre la mesa es cuando se conoció una sentencia.
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