“El desafío”: así son las imágenes de la primera película rodada en el espacio

Doce días en el cosmos, contemplando la vida desde arriba. Ese es el tiempo que han pasado el cineasta Klim Shipenko y la actriz Yúlia Peresíld filmando escenas de la que ya es oficialmente la primera película de la historia rodada en el espacio. Pusieron sus pies en la Tierra hace un par de semanas con el orgullo de haber protagonizado un hito pintado en la cara. La nave espacial Soyuz MS-18 los condujo a territorio kazajo. Con una sonrisa de oreja a oreja, la actriz Peresild, Shipenko y el experimentado cosmonauta Anton Chkaplerov ingresaron a la EEI (Estación Espacial Internacional) hacia las 15:00 horas, seis horas después de haber despegado de la Tierra, según las imágenes difundidas por la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos). “Todo esto es nuevo para mí. Tengo la impresión de estar soñando”, alcanzó a pronunciar Peresild.

La actriz de 37 años, y el cineasta de 38, disponían de doce días, hasta su retorno previsto para el 17 de octubre, para rodar esta apabullante cinta llamada “El desafío”, cuya base argumental se centra en la misión de rescate emprendida por una médica para salvar a un cosmonauta. Teniendo en cuenta la amalgama contextual de tensiones ancestrales entre Rusia y Estados Unidos, esta aventura cinematográfica puede llegar a leerse perfectamente como un adelanto por la izquierda al proyecto fílmico en el espacio protagonizado Tom Cruise, cuya programación aún no se conoce.

La propuesta llega en un momento de proliferación de viajes al espacio, incluidos también los vuelos por placer como los realizados por millonarios Richard Branson y Jeff Bezos. De hecho, una empresa propiedad de este último, Blue Origin, ha anunciado que el nonagenario actor canadiense William Shatner, el mítico capitán Kirk en la serie de Star Trek, irá próximamente al espacio. Para la agencia espacial rusa Roscosmos, la película debería devolverle el prestigio perdido por sus escándalos de corrupción, sus numerosas averías y la pérdida del lucrativo monopolio de los vuelos tripulados a la EEI, con la irrupción de la sociedad Space X de Elon Musk. Se trata de “ganarle a la Nasa y a Space X” y “desviar la atención de (sus) problemas”, indicó el politólogo Konstantin Kalashev en una entrevista. Aunque el poder visual de las imágenes ha acompañado a todas las misiones producidas en el espacio y ha permitido ilustrar de manera meridianamente clara los avances al respecto, nunca se había rodado un largometraje de ficción en órbita.

Aventajadas y pioneras, las dos figuras del cine ruso han tenido que seguir un entrenamiento acelerado para aprender a soportar la violenta aceleración del despegue y la sensación de ingravidez. “Fue psicológica, física y emocionalmente extenuante”, declaró Yuliya Peresild, seleccionada entre los cerca de 3000 candidatos que aspiraban a interpretar el papel principal. Además, siguiendo la tradición de los cosmonautas rusos, la actriz y el director vieron, con el objetivo de ambientarse, “El Sol blanco del desierto”, un filme soviético de los años 1970. Como señal de la importancia del proyecto para Moscú, cabe destacar la relevancia de los nombres que conforman el grupo de productores: Dmitri Rogozin, director de Roscosmos y ex viceprimer ministro, y Konstantin Ernst, jefe de la cadena televisiva “Pervyi Kanal”. Este último responsable de la puesta en escena de algunos de los grandes momentos del reinado de Vladimir Putin, como desfiles militares, investiduras presidenciales y las ceremonias de los Juegos de Invierno de Sochi en 2014.