150 años del nacimiento de Scriabin, un compositor que tocaba melodías al piano con 3 años

El pasado día 6 se cumplieron 150 años del nacimiento de un compositor fundamental, pero poco programado. Aleksandr Nikolaevich Scriabin nació el 6 de enero de 1872 en Moscú, en el seno de una familia militar. Su madre, concertista profesional, falleció un año después del parto y fue su tía Liubov Scriábina quien se encargó del cuidado del niño. Desde la niñez, Scriabin mostró interés y facilidad para la música: con 3 años tocaba melodías de oído al piano, con 6 improvisaba con dos manos y dos años más tarde escribió dramas para un teatro de juguete. El pianista Antón Rubinstein, amigo y admirador de la madre de Scriabin, quedó impresionado por la habilidad del niño y recomendó a su tía que no se precipitase con la formación musical e incentivase que siguiese su propio camino.

En 1883 Scriabin comenzó a prepararse para entrar en el Conservatorio con Nikolai Zverev. Entre sus alumnos se encontraba también Rachmaninov. Scriabin publicó su primera obra en 1892, tras graduarse en el Conservatorio y ser condecorado con la Medalla de Oro en piano y composición. Dos años más tarde debutó como compositor y pianista en San Petersburgo, ante un público en el que se encontraba Mitrofan Belyayev, que se convertiría en su editor, mentor y patrón. Desde aquel momento, se sucedieron los conciertos en el extranjero: París, Bruselas, Berlín y La Halla fueron el marco en el que nacieron su Concierto para piano op.20, la Segunda, Tercera y Cuarta Sonata para piano, el poema sinfónico Mechty op.24 y sus Primera y Segunda Sinfonía.

Scriabin dejó el puesto de profesor de piano en el Conservatorio de Moscú, en 1902 y en febrero de 1904 se mudó a Suiza, donde escribiría sobre sus ideales filosóficos y se implicaría estrechamente con la intelectualidad. En 2018, sus diarios y anotaciones se editaron en el libro ‘The Notebooks of Alexander Skryabin’. Concluyó en 1906 su Poema del Éxtasis op.54 con una impresión privada de la obra. La escritura del Poema corrió en paralelo a la de su segundo cuaderno sobre filosofía, en los que profundiza sobre su análisis de la conciencia y cómo esta afecta al plano físico. En 1908, el Poema del Éxtasis recibió el Premio Glinka. Poco después, en Bruselas, entabló amistad con el teósofo Jean Delville y dio a conocer en Mascú (1911) Prometheus.

Sin embargo, su gran proyecto era componer su mayor obra hasta la fecha: Mysterium. Su pretensión era redimir a la humanidad a través de la música con una obra de gran formato “una grandiosa síntesis religiosa de todas las artes que anunciaría el nacimiento de un nuevo mundo” y que se representaría al pie del Himalaya. “Yo no moriré”, escribió Scriabin, “me ahogaré de éxtasis después del Mysterium”, pero quedó inacabada. Los gérmenes de esta composición pueden escucharse en el coro de su Primera Sinfonía y leerse en los bocetos de una ópera así mismo inconclusa. Las magnitudes de su proyecto tuvieron que ser reducidos a una obra para voces y orquesta que tituló L’acte préalable. Scriabin escribió el libreto durante su visita a Londres, donde actuó en dos ocasiones –Queen’s Hall y Wigmore Hall– y fue allí donde una infección en la boca le provocaría intensos dolores y posteriormente su muerte por sepsis.

Con una vida familiar complicada, los ingresos de la familia no fueron suficientes ni para costear el funeral, que contó con una asistencia multitudinaria, ni para que la familia pudiese subsistir con los ahorros. Rachmaninov, que fue crítico con el estilo del fallecido, emprendió una gira con obras exclusivamente de Scriabin para recaudar fondos para la viuda y sus hijos.